El poder político de Volodímir Zelenski es casi total en Ucrania. Ostenta la presidencia desde 2019, domina a placer el Gobierno y tiene mayoría absoluta en el Parlamento. Pero lo que no controla es la calle, allí donde los ucranios han demostrado desde su independencia ser indomables. El presidente se ha enfrentado por primera vez en los tres años y medio de guerra a las protestas públicas. Miles de jóvenes se han concentrado este martes en las ciudades de Kiev, Dnipró, Odesa y Lviv para cargar contra las medidas legales y las acciones de la mayoría de Zelenski que afectan a la autonomía de los organismos anticorrupción del país.
Los acontecimientos se han precipitado de una manera que era difícil de prever. Los Servicios de Seguridad (SSU) del ministerio del Interior pusieron la primera piedra del malestar cuando llevaron a cabo el lunes una redada contra la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU) y contra la Fiscalía Anticorrupción (SAPO). La operación fue duramente criticada por organismos civiles ucranios pero también por los aliados internacionales de Kiev, porque consideran que es una acción política para depurar la autonomía del NABU.
Otras actuaciones del Gobierno y de la oficina del presidente en las últimas semanas en el mismo sentido —la vulneración de la independencia de organismos anticorrupción— habían provocado protestas desde la sociedad civil, los medios y la oposición, pero nada comparado a lo que sucedido este martes en la Rada, el parlamento. La mayoría absoluta de Servidor del Pueblo, el partido de Zelenski, ha aprobado una reforma legal que anula de facto la independencia de la NABU y de la SAPO, pasando a depender la fiscalía general, controlada por el Gobierno.
Decenas de famosos activistas prodemocracia han convocado en cuestión de horas a la ciudadanía a protestar contra la Ley 12414. La convocatoria ha corrido como la espuma y por primera vez en guerra, miles de personas han tomado las calles para plantarse ante el presidente. La manifestación en Kiev ha sido supervisada y monitorizada por Ozon, un departamento del Centro para las Libertades Civiles, institución dedicada a la promoción de los derechos humanos en Ucrania.
Las manifestaciones se han replicado en varias ciudades, todas con los mismos lemas en favor de la NABU y exigiendo a Zelenski que dé marcha atrás y no firmara la ley. “Zelenski está a una firma de traicionar a la democracia ucrania”, escribió en un editorial el diario Kyiv Independent.
Marta Kos, comisaria de Ampliación de la UE, ha mostrado en sus redes sociales el malestar causado por la reforma legal: “Estoy muy preocupada por la votación hoy en la Rada. Desmantelar la protección de la independencia de la NABU es un serio retroceso. Organismos independientes como la NABU y el SAPO son esenciales para el camino de Ucrania a la UE”.
La movilización más grande, como es habitual en los momentos de mayor tensión política en Ucrania, se ha producido en Kiev. En la plaza del teatro de Ivano Franko —poeta e icono de la nación ucrania—, miles de personas, sobre todo jóvenes, se han ido concentrando a partir de las ocho de la tarde y hasta la medianoche, cuando entra en vigor el toque de queda.
El país no había presenciado concentraciones en la vía pública tan grandes durante la guerra, prohibidas por motivos de seguridad a partir de la ley marcial. Las autoridades no han intentado cancelarlas y para evitar cualquier tensión, ni en la plaza ni en sus inmediaciones se ha desplegado la policía.
A 500 metros de allí se encuentra la plaza de Maidán, donde en 2014 se produjeron las protestas masivas que terminaron por derrocar al presidente prorruso Víktor Yanukovich. Precisamente la revolución del Maidán era mencionada por muchos de los manifestantes, como ejemplo de la lucha por las reformas que acerquen a Ucrania a la Unión Europea. “Ucrania no es Rusia”, “volvamos a Europa” eran dos de los mensajes más coreados en la protesta de Kiev.
Los asistentes traían decenas de cartones, recortados de cajas reutilizadas del servicio postal Nova Poshta o de pizzerías, y los distribuían junto a rotuladores donde escribir sus lemas.
Zelenski hace caso omiso
Durante la tarde en la concentración en Kiev no hubo casi gritos que cargaran directamente contra el presidente. Quien sí recibió alusiones críticas durante toda la jornada es Andrii Yermak, el jefe de la oficina presidencial y uno de los políticos menos populares de Ucrania.
La situación ha cambiado cuando el servicio de información de la Rada ha comunicado que Zelenski había firmado el decreto a última hora de la noche. La noticia llegó a los móviles de los manifestantes, reaccionando por primera vez los convocados con palabras contra el presidente.
Zelenski ha hecho así caso omiso a las protestas, pero una muestra de lo difícil de la decisión es que este martes no ha emitido el mensaje en vídeo que comparte cada noche en sus redes sociales con las cuestiones más relevantes de la jornada. “Ucrania está retrocediendo a la era de Yanukovich”, ha titulado Pravda, el principal diario del país.
La firma de la ley ha llenado las redes sociales de llamamientos a proseguir las movilizaciones este miércoles. Precisamente en este día se produce otra noticia, debe celebrarse la tercera reunión de negociaciones en Turquía entre delegaciones de Ucrania y de Rusia para acordar nuevos intercambios de prisioneros y acercar posiciones para un alto el fuego que el Kremlin descarta.
El martes también confirmaron unidades militares ucranias que las tropas rusas han accedido por primera vez a la ciudad de Pokrovsk, principal objetivo del avance del invasor en la provincia de Donetsk. Los manifestantes han intercalado en todas las ciudades mensajes contra el Gobierno con vítores al Ejército y canciones patrióticas. Entre los presentes había pocos militares y sí muchos hombres en edad de movilización que evitan el alistamiento.