
El volcán Kilauea, en la isla Grande de Hawái, ha reanudado sus erupciones intermitentes, que iluminan el cielo nocturno con brillantes fuentes de lava roja.
La actividad más reciente, parte de un episodio que lleva casi un año cautivando a residentes y visitantes, comenzó el seis de diciembre e incluye fuentes que alcanzan entre 50 y 100 pies desde los respiraderos del cono norte.
La erupción sigue confinada dentro del Parque Nacional de los Volcanes de Hawái, aunque los científicos del Servicio Geológico de Estados Unidos continúan vigilando el aumento de la actividad sísmica y el comportamiento de la lava.
Por ahora no hay comunidades cercanas en riesgo.
