Un incendio desatado en la noche del jueves en un hipermercado de la ciudad de Kut, capital de la provincia de Wasit, al sureste de Bagdad, ha causado al menos 63 personas muertas y 40 heridos, según ha informado este jueves la agencia oficial de noticias iraquí INA. La prensa local asegura que los bomberos han logrado extinguir el fuego por completo en el centro comercial, inaugurado hace apenas siete días.
“El número de muertos por el incendio de Kut ha aumentado a 63 y los heridos a 40”, ha asegurado escuetamente INA, según fuentes médicas no identificadas. Por su parte, el ministro del Interior iraquí, Abdulamir al Shammari, ha dicho en un comunicado que el edificio en el que se registró la catástrofe es de cinco plantas, y albergaba un restaurante y un hipermercado.
El responsable ha indicado que la mayoría de los fallecidos “se asfixiaron en los baños debido al denso humo”, mientras que 14 cadáveres fueron encontrados “carbonizados”. Asimismo, ha apuntado que, “a pesar de la gravedad de la situación, los equipos de Defensa Civil lograron rescatar a más de 45 personas atrapadas en el interior del edificio”.
El funcionario ha ordenado la formación de un comité de investigación “de alto nivel” para descubrir “las verdaderas causas del incendio”, e identificar “con precisión y transparencia” las áreas que han fallado y la responsabilidad civil.
Entretanto, el gobernador de Wasit, Mohamed Yamil al Mayah, ha prometido en un comunicado que publicarán los resultados de la “investigación preliminar en 48 horas”. Por otro lado, una fuente de la Defensa Civil, citada por INA, ha afirmado que el incendio en el hipermercado quedó “completamente extinguido” y que se ha iniciado la búsqueda de desaparecidos en el edificio.
Irak ha registrado anteriormente otros incendios de gravedad, especialmente con el aumento de las temperaturas del verano y debido a la falta de mantenimiento y al pobre estado de la infraestructura de un país que todavía está en proceso de reconstrucción tras décadas de guerra y violencia sectaria.
En abril de 2021, un incendio causó al menos la muerte de 82 personas y provocó heridas en otras 110 por la explosión de una bombona de oxígeno en una unidad de cuidados intensivos donde recibían tratamiento pacientes de coronavirus. Apenas tres meses después, una explosión similar en un hospital de Nasiriya, al sur del país, causó 60 víctimas mortales y cerca de un centenar de heridos. Los hechos generaron una ola de protestas tras el entierro de las personas fallecidas, en las que más de 600 personas se manifestaron contra la corrupción y la clase política.
Otro de los fuegos más mortales de los últimos años ocurrió a finales de septiembre de 2023, cuando 114 personas fallecieron y más de 200 resultaron heridas por un incendio en la sala donde se festejaba una boda en la provincia de Nínive, en el norte de Irak.