La celebración histórica más importante para el Kremlin, el Día de la Victoria, peligra. Las Fuerzas Armadas ucranias han lanzado este martes sobre Moscú más de una decena de drones por segundo día consecutivo. El último ataque no ha causado víctimas, pero ha dañado un edificio y ha forzado el cierre temporal de los cuatro aeropuertos de la capital rusa. Esa es ya una amenaza y una advertencia significativa pocas horas antes de la llegada a la ciudad, cuyo corazón permanece blindado, del presidente de China, Xi Jinping, entre otros mandatarios invitados a los actos del 9 de mayo.
El presidente ruso, Vladímir Putin, instó al líder ucranio a acatar una tregua efímera y unilateral de tres días (8, 9 y 10 de mayo) con motivo del 80º aniversario del final de la llamada Gran Guerra Patria, la victoria soviética sobre los nazis en el frente oriental de la II Guerra Mundial. Pero Volodímir Zelenski rechazó el alto el fuego si no duraba lo suficiente para frenar la sangría en la invasión de Ucrania. Kiev, que no ha comentado de forma oficial el ataque sobre territorio ruso, sitúa el límite temporal mínimo del alto el fuego en 30 días.
La propuesta del mes de cese de hostilidades partió de Washington, pero, dentro de su dialéctica errática, el presidente Donald Trump aplaudió este lunes la pausa ofrecida por Putin: “No es que parezca mucho, pero es mucho sabiendo de dónde partimos”.
A falta de consenso entre las partes, Rusia mantiene también su ofensiva sobre diferentes regiones ucranias. En las últimas horas, los ataques rusos, con más de 130 drones, según fuentes militares, han causado cinco muertos: tres en la región de Donetsk (este), uno en Odesa (sur) y otro en Jersón (sur). En Járkov, en el noreste, junto a la frontera rusa, han herido a varias personas, han dejado daños y provocado incendios en diferentes barrios de la segunda ciudad del país.
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, ha publicado hasta cuatro avisos de drones en su canal de Telegram a lo largo de la noche del lunes y madrugada del martes. “Las fuerzas de defensa aérea del Ministerio de Defensa repelieron un ataque […] Según información preliminar, no hay daños graves ni víctimas. Los servicios de emergencias trabajan en el lugar donde han caído los restos”, ha afirmado el regidor.
Uno de los aparatos ocasionó daños menores tras impactar contra un edificio residencial de nueve plantas próximo a la autopista Kashírskoye, a unos 11 kilómetros del Kremlin. En total, el Ministerio de Defensa ruso ha asegurado haber interceptado este martes 105 aparatos no tripulados ucranios en 11 regiones.
La operación ucrania obligó a la agencia federal del transporte aéreo, Rosaviatsia, a cerrar en la región de Moscú los aeropuertos de Domodédovo, Sheremétievo, Vnúkovo y Zhukovski durante cuatro horas, desde la una a las cinco de la mañana. Hasta 34 vuelos han sido desviados a otros aeropuertos. El lunes, otro ataque de cuatro drones fue interceptado más lejos de la capital, en la ciudad de Podolsk, pero provocó el cierre del aeropuerto de Domodédovo durante hora y media por estar situado a unos 50 kilómetros del lugar.
La capital rusa se ha acostumbrado a estas pequeñas oleadas de drones. En dos ocasiones causaron víctimas: tres muertos el pasado 11 de marzo en el mayor ataque ucranio sobre Rusia con aparatos no tripulados, y otra fallecida el 10 de septiembre de 2024 en la primera ocasión en la que se registraron muertos en la región.
Sin embargo, esta nueva oleada de drones provoca preocupación en el Kremlin de cara al Día de la Victoria. A la cita acudirán varios líderes internacionales, incluido el presidente chino, para presenciar el que promete ser un desfile masivo de carros de combate por el 80º aniversario del final de la II Guerra Mundial. Putin está obligado a demostrar ante sus socios que la capital rusa es una fortaleza en su cuarto año de guerra.
Más allá de la presencia de mandatarios de algunos países, la república centroasiática de Tayikistán es el único Estado que ha confirmado hasta ahora su participación con tropas en el desfile. El Gobierno de Ucrania ha lanzado un aviso contra ese gesto. “La participación de militares extranjeros en esta maniobra es inaceptable y será considerada por Ucrania como un insulto a la memoria de la victoria sobre el nazismo, a la memoria de millones de soldados ucranios de primera línea que liberaron a nuestro país y a toda Europa del nazismo hace ocho décadas”, señala un comunicado del Ministerio de Exteriores en el que se pide a fuerzas extranjeras que se abstengan de unirse a las celebraciones de Putin.
Alrededor de un centenar de soldados del régimen de Emomali Rahmon se integrarán en la marcha militar, según el portavoz del Ministerio de Defensa tayiko, que además ha dejado entrever que en los ensayos también han tomado parte tropas de otros países. La prensa rusa especula con la presencia de combatientes de Bielorrusia y otros gobiernos afines al Kremlin.
“Respeto plenamente que la seguridad de los participantes es un asunto interno de Rusia, pero si el señor Zelenski cree que con sus declaraciones obligará a las delegaciones extranjeras a no asistir, se equivoca profundamente”, advirtió el primer ministro eslovaco, Robert Fico. El mandatario centroeuropeo, uno de los líderes europeos díscolos ante la posición común del bloque contra la invasión rusa de Ucrania, ha confirmado que compartirá tribuna con Putin este 9 de mayo.
Las autoridades rusas han blindado Moscú para la cita. La plaza Roja lleva días cerrada y las calles por las que discurrirá el desfile de vehículos de combate están militarizadas con cientos de soldados desplegados permanentemente. Asimismo, los inhibidores de geolocalización no dejan un móvil operativo y sobre las azoteas de algunos edificios asoman los antiaéreos Pantsir. Y por si fuera poco, el Gobierno cortó internet en los teléfonos durante una hora este lunes como test previo al gran día.