El ejército ucranio sigue mejorando los resultados del armamento que fabrica para hacer frente a la invasión de las tropas rusas, mucho más potentes en cuanto a arsenal y presupuesto. Este sábado, ha anunciado que, por vez primera, un dron marítimo modelo Magura ha logrado derribar mediante el lanzamiento de un misil aire-aire SAM R-73 un avión de combate enemigo, en concreto un Sukhoi Su-30 que valoran en unos 50 millones de dólares.
La inteligencia militar ucrania (GUR), que califica el logro de primicia mundial, ha aportado las imágenes grabadas por la cámara de la lancha no tripulada que, afirman, corresponden a ese momento, aunque no es posible confirmarlo. La acción, de la que han informado también blogueros militares rusos, ha sido llevada a cabo por una unidad de fuerzas especiales, el denominado Grupo 13, a lo largo del viernes en las inmediaciones del puerto ruso de Novorossiysk, a orillas del mar Negro y al este de la ocupada Península de Crimea.
El dron Magura V5, de unos cinco metros de eslora, ya había sido utilizado anteriormente durante esta guerra para hundir buques militares rusos al impactar sobre su timón y su casco. Esta vez, el ataque parece más sofisticado y requiere de una mayor precisión y preparación. De hecho, fue en junio del año pasado cuando el ejército de Ucrania anunció que estaba operando este tipo de barcos no tripulados armados con misiles soviéticos R-73 guiados por rayos infrarrojos. En su mayor logro militar hasta el momento, el pasado 31 de diciembre derribaron, en un ataque similar al de este viernes, dos helicópteros rusos modelo Mi-8. La operación tuvo lugar en el saliente de Tarjankut, en el extremo noroccidental de la península de Crimea, territorio que Rusia ocupa desde 2014.
Algunos canales bélicos rusos han reconocido el derribo del caza Su-30, un avión de combate biplaza. El canal de Telegram Rybar, dirigido por el bloguero de guerra ruso Mijaíl Zvinchuk, anunció a sus 1,2 millones de suscriptores la destrucción del aparato. “Por desgracia, el ataque del enemigo no pasó desapercibido”, comentó el analista, conocido por sus fuentes en el Ministerio de Defensa. “Ucrania derribó un caza de la Marina Su-30 a unos 50 kilómetros al oeste de Novorossiysk. Lo hizo desde un barco no tripulado con un SAM R-73”, ha detallado Rybar.
El Kremlin teme que Ucrania boicotee este 9 de mayo su Día de la Victoria, su fiesta nacional más importante, cuando el presidente Vladímir Putin quiere decretar tres días de alto el fuego. El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, insiste en que exigen no menos de 30 días y se ha mostrado tajante en unas declaraciones a un grupo de reporteros recogidas por la agencia Interfax: “Nuestra postura es muy simple para todos los países que viajen a Rusia el 9 de mayo: no nos hacemos responsables de lo que ocurra en el territorio de la Federación Rusa”. De esta forma, el mandatario da a entender que las autoridades rusas podrían culpar a Ucrania de cualquier incidente que tuviera lugar durante las celebraciones como “incendios, explosiones u otras acciones”. El Gobierno de Ucrania, en todo caso, está abierto a que la tregua comience a partir del 7 de mayo, como desea Putin, pero que dure no menos de un mes.
La amenaza, latente desde que Rusia invadió Ucrania hace más de tres años, cobró fuerza por primera vez en el aniversario de 2023. Aquel año, las fuerzas ucranias atacaron con éxito el mismísimo Kremlin con unos drones que portaban unas cargas explosivas minúsculas días antes del evento. El centro de la capital rusa está blindado siempre. Los inhibidores electrónicos hacen la vida imposible a los taxistas al alterar su geolocalización y los miles de cámaras que copan la ciudad no dejan un resquicio sin control. Sin embargo, Putin propuso una tregua de tres días este Día de la Victoria para asegurarse de que su desfile militar no se estropee delante de sus invitados, entre los que se incluye el presidente de China, Xi Jinping.
Moscú ha calificado a Zelenski de “terrorista” por rechazar la tregua simbólica e insustancial de tres días (8, 9 y 10 de mayo) que quiere imponerle el Kremlin en su festivo. “Esta es la clásica amenaza terrorista internacional”, según informa el Ministerio de Exteriores ruso a través de su portavoz, María Zajárova.
Zelenski es de origen judío y varios familiares suyos lucharon contra el Tercer Reich y habla ruso ―llegó a actuar en los programas de Año Nuevo del Kremlin―, pero Moscú le acusa de ser un nazi para justificar su guerra. “Sabemos desde hace mucho tiempo que Zelenski no respeta nada sagrado: traicionó a su propio abuelo, veterano de guerra, y engañó a pueblo para luego eliminar a los testigos de su vergüenza y destruir a todos los ucranios”, agrega la información facilitada por Zajárova.
Se trata de una profecía autocumplida. Moscú utiliza el rechazo de Kiev a la tregua de tres días ―propone a cambio otra incondicional de un mes como mínimo― para decir que Zelenski es una amenaza: “Sus amenazas a los jefes de Estado ―presentes en el evento― es algo que hemos predicho desde hace tiempo y, desgraciadamente, no nos equivocamos”, agrega Moscú.
Los medios rusos han asegurado que el desfile militar del 9 de mayo en Moscú contará con una amplia presencia de líderes extranjeros, al menos 19, según la prensa del Kremlin. El primer ministro indio, Narendra Modi, ha descartado acudir al evento debido a la tensión de su país con Pakistán, y los líderes de Serbia, Aleksandar Vučić, y Eslovaquia, Robert Fico, han anunciado este sábado que se encuentran mal de salud y anulan sus próximos actos.