Menos tropas que en años anteriores —debido a que muchos efectivos están destinados la invasión de Ucrania— pero con las armas nucleares como protagonistas. Las fuerzas armadas de Rusia y Bielorrusia han comenzado este viernes sus maniobras Zapad 2025 —que realizan cada cuatro años desde 2009— a las puertas del territorio de la Unión Europea. Los ejercicios, marcados por la tensión desatada tras la entrada de varios drones rusos en Polonia dos días antes, han arrancado bajo las amenazas de Moscú a otro miembro del bloque, Dinamarca, por su apoyo a Kiev.
“Rusia mantendrá con firmeza sus intereses legítimos y adoptará las medidas técnico-militares adecuadas para mitigar las amenazas emergentes a su seguridad nacional”, ha advertido la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, al comentar el anuncio de que la ciudad danesa de Voyens albergará una fábrica de combustible para los nuevos misiles de largo alcance ucranios FP-5 Flamingo.
No es la primera vez que Moscú amenaza con emplear “medidas técnico-militares” contra Europa. Zajárova lanzó exactamente esta misma advertencia en enero de 2024 ante la entonces inminente adhesión de Suecia a la OTAN, y el Kremlin ha tratado de coaccionar a los socios de Kiev con esta retórica incluso antes de comenzar la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022. En aquella época sus “líneas rojas” estaban en la entrega de unos pocos lanzacohetes portátiles Javelin a las fuerzas armadas ucranias.
Este intento de intimidación ha tenido lugar al mismo tiempo que las tropas rusas comenzaban sus maniobras de cuatro días a unas pocas decenas de kilómetros de Polonia, en territorio de Bielorrusia, aliada de Moscú. Según la prensa alemana, varios de los drones que violaron el espacio aéreo de la OTAN el miércoles, entrando en Polonia, se dirigían a la base de Rzeszow, un importante nudo logístico en la ayuda militar que llega a Ucrania.
Tampoco sería la primera vez que Rusia pone en su punto de mira, literalmente, la industria militar europea. Los servicios de inteligencia de Europa y Estados Unidos frustraron en 2024 el intento de asesinato del poderoso fabricante de armas alemán Armin Papperger.
Precisamente los blindados salidos de las factorías germanas han sido los enemigos de los tanquistas rusos en las maniobras militares de este viernes. En un vídeo difundido por el Ministerio de Defensa ruso, sus carros de combate practicaron el choque con una columna rival con el apoyo de drones para fijar sus blancos.
Los ejercicios militares Zapad 2025 se prolongarán hasta el 16 de septiembre. Estas maniobras, que Rusia y Bielorrusia llevan a cabo cada cuatro años desde 2009, parecen ser más modestas que las anteriores debido que la invasión de Ucrania consume casi todos los recursos rusos.
Según la versión oficial rusa, en los entrenamientos de este año han tomado parte unos 13.000 militares y las fuerzas navales del Báltico y del Mar de Barents, frente a los 200.000 de la edición anterior en 2021. No obstante, según el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, Rusia podría haber desplegado hasta 150.000 militares en Bielorrusia. La inteligencia militar lituana reduce esta cifra a unos 30.000 soldados, dos tercios de ellos en territorio ruso.
El grueso de los entrenamientos tiene lugar en la región de Minsk, alejada de la frontera con Polonia y Lituania, aunque en sus inmediaciones sí tendrán lugar algunas maniobras, según informó el ministro de Defensa de Bielorrusia, Víktor Jrenin.
Nuevo misil ultrapotente
El misil balístico Oreshnik será el protagonista absoluto de Zapad 2025. Diseñado para bombardear en un radio que encuadra toda la Unión Europea, está previsto que Rusia y Bielorrusia entrenen su despliegue y activación. No obstante, se descarta una prueba nuclear: Bielorrusia, que posee armas de destrucción masiva rusas desde 2023, es firmante del tratado para la prohibición del ensayo de cabezas nucleares.
Los ejercicios incluyen la participación simbólica de varias unidades de otros países de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), la alternativa del Kremlin a la OTAN. Destaca, sin embargo, la ausencia de su aliada Armenia. Yereván se distanció de Moscú después de que no interviniese en su defensa ante las ofensivas de Azerbaiyán sobre Nagorno Karabaj en 2020 y 2023.
Crece la tensión entre Rusia y la Unión Europea mientras el Kremlin se atasca en su invasión de Ucrania. El portavoz de Putin, Dmitri Peskov, ha reconocido este viernes que las negociaciones con Kiev se encuentran “en una pausa” y ha dejado ver que la guerra está lejos de acabar.
“Quisiera recordar las palabras del presidente [de EE UU, Donald] Trump, quien también dijo que al principio pensaba que esto podría resolverse en un instante pero luego se dio cuenta de que se necesitaba más tiempo”, ha apuntado Peskov sobre unas conversaciones de paz en las que Moscú no ha hecho ninguna concesión en ningún momento.
Peskov, portavoz de un presidente que se anexionó ilegalmente Crimea y desató la guerra en Donbás en 2014, lanzó una invasión a gran escala de Ucrania en 2022 y libró otra guerra contra Georgia en 2008, ha asegurado que las intenciones de Moscú siempre son pacíficas, al comentar el incidente de los drones sobre Polonia. “Rusia nunca ha amenazado a nadie. No amenaza a los países europeos”, ha aseverado el portavoz del Kremlin.