Colombia acogerá esta semana la primera cumbre ministerial de emergencia del Grupo de La Haya. La reunión, prevista en Bogotá este 15 y 16 de julio, busca coordinar acciones concretas, incluidas “medidas legales y diplomáticas”, contra la ofensiva de Israel en la franja de Gaza, a la que los Estados miembros no dudan en calificar de “genocidio”. El grupo —conformado por Bolivia, Cuba, Honduras, Senegal, Sudáfrica, Malasia, Namibia y Colombia— buscará el apoyo de casi 30 países y de organismos de la ONU para presionar contra “las violaciones del derecho internacional de Israel” en un conflicto que ya cuenta más de 58.000 muertos.
El bloque de ocho países se constituyó el pasado enero en la ciudad holandesa de la que tomó el nombre. Los miembros, con Colombia y Sudáfrica a la cabeza, acordaron entonces tres acciones conjuntas. La primera es cumplir con las órdenes de arresto emitidas por el Tribunal Penal Internacional contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su exministro de Defensa, Yoav Gallant. A su vez, tienen como objetivo prevenir el suministro de armas a Israel e impedir que buques vinculados a la industria militar israelí atraquen en sus puertos.
Mauricio Jaramillo, el viceministro colombiano de Asuntos Multilaterales, destaca la relevancia de esta reunión ministerial. “Por un lado, hay que pasar del discurso a las acciones para detener el genocidio. Y también es importante enviar una señal de respaldo al sistema multilateral y al derecho internacional”, apunta en una conversación telefónica. Jaramillo afirma que el hecho de que los ocho miembros que forman parte del grupo sean del llamado Sur Global no es aleatorio: “Son los países más sensibles con este tema, pero aclaro que hemos extendido nuestras invitaciones a otros países que han asumido posturas en Naciones Unidas en defensa de la autodeterminación del pueblo palestino y allí hay países del norte, como Irlanda y España”. Delegados de ambos países europeos participarán en la conferencia.
Una de las medidas que se procuran concretar, resalta Jaramillo, es la obstrucción “de ciertas exportaciones que le permiten a Israel seguir adquiriendo material de guerra”. “Lo que queremos es seguir haciendo presión para aislarlo y frenar el castigo a los palestinos”, añade.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, manifestó la semana pasada en una columna para el medio británico The Guardian que gobiernos como el suyo “tienen el deber de plantar cara a Israel”. El propósito de la conferencia, añadió el mandatario, es el de “introducir medidas jurídicas, diplomáticas y económicas concretas que puedan detener la destrucción de Israel [en Gaza] y defender el principio fundamental de que ningún Estado está por encima de la ley”.
Petro ha sido uno de los líderes globales más vocales para denunciar la crisis humanitaria en Palestina. Colombia rompió el pasado mayo las relaciones diplomáticas con Israel y “su gobierno, su presidente genocida”. En casi cualquier escenario internacional, el mandatario ha denunciado la crisis humanitaria en la Franja. “Cuando muera Gaza morirá la humanidad toda”, dijo en septiembre en la Asamblea General de la ONU. Ante estas declaraciones, Netanyahu calificó al colombiano de “antisemita” y “partidario de Hamás”. Petro, por su parte, avanzó en la creación de una delegación diplomática y en junio posesionó al primer embajador colombiano ante el Estado de Palestina.
Junto a Colombia estará Sudáfrica, que copreside la cumbre. El Gobierno de Cyril Ramaphosa ganó notoriedad en la causa palestina cuando, apenas un par de meses después de la ofensiva israelí tras el ataque de Hamás, el 7 de octubre de 2023, acusó a Israel ante el Tribunal Internacional de Justicia de tener una “conducta genocida” en Gaza. Durante el litigio, los jueces han ordenado en varias ocasiones “medidas provisionales” para detener el sufrimiento de los gazatíes, sin que eso haya significado un alto el fuego total y duradero, como lo exige el Grupo de La Haya. A la fecha, más de 58.000 personas han muerto en la ofensiva, según el Ministerio de Salud gazatí, controlado por Hamás.
La conferencia contará con invitados de muy alto nivel. Además de las delegaciones de unos treinta países, también estarán varios relatores la ONU. Los ojos están puestos sobre Francesca Albanese, relatora para los Territorios Palestinos Ocupados. La italiana es una de las voces más enérgicas contra Israel, país al que acusa de cometer crímenes contra la humanidad, entre ellos el genocidio. “Israel comete crímenes como respira. La única manera de proteger no solo a los palestinos, sino también a los israelíes, es detenerlo”, dijo en una reciente entrevista con este diario.
Sus declaraciones le ganaron un paquete de sanciones por parte de Washington. El Departamento de Estado, liderado por Marco Rubio, anunció la semana pasada en un comunicado el bloqueo de sus bienes, así como la retirada de su visado y la prohibición de entrada en Estados Unidos. “Albanese ha vomitado un antisemitismo descarado, ha expresado su apoyo al terrorismo y su abierto desprecio por Estados Unidos, Israel y Occidente. Esa parcialidad se ha puesto de manifiesto a lo largo de toda su carrera”, señala el documento.
Otros invitados a la conferencia son Riyad Mansour, el embajador de Palestina ante la ONU, que en mayo de este año rompió a llorar durante una reunión del Consejo de Seguridad al hablar de la dramática situación de hambre y violencia que enfrentan los niños en Gaza; y el doctor Thaer Ahmed, palestino-estadounidense que se reunió con el expresidente Joe Biden para tratar la crisis hospitalaria de la Franja. También estará presente Rima Hassan, eurodiputada francesa de origen palestino que recientemente hizo parte de la Flotilla de La Libertad con Greta Thunberg.
La comunidad judía en Colombia rechazó la realización del evento. “[Es] un grupúsculo de países que no busca la paz ni la convivencia, sino lapidar a la única democracia del Medio Oriente que libra una guerra por su supervivencia”, condenó Marcos Peckel, líder y portavoz de la comunidad. “Menos mal que este grupo con su rimbombante nombre fenecerá en la irrelevancia”, agregó. Para Petro y su Gobierno, sin embargo, la cumbre significará un punto de inflexión para la protección del derecho internacional: “Seamos protagonistas juntos”, exhortó el mandatario.