Dos niños de ocho y diez años han muerto y otras 17 personas han resultado heridas este miércoles después de que un hombre disparara contra la iglesia de la escuela católica Annunciation, en Minneapolis (EE UU). Entre los heridos hay 14 menores de edad entre los seis y los quince años, dos de ellos graves, y tres adultos, feligreses de más de ochenta años que asistían a misa, según ha informado la Policía. El agresor se quitó la vida después del ataque. “No hay palabras para describir el horror”, ha declarado el alcalde de la ciudad, Jacob Frey, sobre un incidente que reabre, una vez más, la polémica sobre las armas de fuego en Estados Unidos.
El atacante ha sido identificado como Robin Westman, de 23 años y sin antecedentes delictivos, según ha confirmado el jefe de la Policía de Minneapolis, Brian O’Hara, en una rueda de prensa junto al gobernador de Minessota, Tim Walz. “No debería haber palabras para este tipo de incidentes porque no deberían ocurrir”, ha sostenido el gobernador demócrata. O’Hara ha puntualizado que hasta el momento no se ha establecido un motivo que llevara al tirador a abrir fuego.
Pero Westman parecía tener muy claro lo que quería hacer. El tiroteo comenzó en torno a las 8.30 hora local (las 15.30 en la España peninsular), cuando la iglesia estaba llena: los alumnos de la escuela asistían a un servicio religioso en la iglesia para celebrar el comienzo del curso. El atacante, vestido de negro, se había acercado a uno de los laterales del edificio y comenzó a disparar a través de los cristales de las ventanas hacia el interior. Portaba tres armas de fuego: un rifle, una pistola y un revólver. Había bloqueado con tablones dos de las puertas para impedir que los asistentes a la misa pudieran escapar, según creen los agentes.
“Durante la homilía, el pistolero se acercó a un lado del edificio y empezó a disparar un rifle a través de las ventanas contra los niños sentados en los bancos de la iglesia”, ha relatado O’Hara. “Esto ha sido un acto deliberado de violencia contra niños inocentes y otras personas que rezaban. La pura crueldad y cobardía de disparar contra una iglesia llena de niños es incomprensible”.
Westman actuó solo, según la Policía. Disparó “docenas de balas”, según O’Hara. Había comprado legalmente las armas que utilizó en el ataque, y tenía aún más. En el registro de varias direcciones relacionadas con él los agentes se fueron incautando de las que encontraron. El tirador también dejó tras de sí un manifiesto “inquietante”, colgado en redes sociales. El FBI lo ha retirado y procede a investigarlo.
En un mensaje en la red social X, el director de la Agencia Federal de Investigaciones (FBI), Kash Patel, había calificado el incidente de un acto de “terrorismo doméstico” contra los católicos.
En los últimos 25 años se han registrado en colegios e institutos de Estados Unidos un total de 428 tiroteos, según los datos recabados por The Washington Post.
Los agentes de Policía respondieron de inmediato para tratar de neutralizar al asaltante y rescatar a los pequeños atrapados en la iglesia. “Dos niños, de ocho y diez años, murieron sentados en los bancos”, agregaba O’Hara.
“Estos niños estaban rezando. Era su primera semana de clase. Estaban en una iglesia. Son niños que tendrían que estar aprendiendo con sus amigos, jugando en el patio de recreo. Tendrían que poder ir a la escuela, o a la iglesia, en paz, sin miedo o riesgo de violencia. Y sus padres tendrían que tener las mismas garantías”, ha subrayado el alcalde.
El suceso ha ocurrido dos días después del inicio de clases en esta escuela primaria privada, en la que hay aproximadamente 395 estudiantes matriculados. El centro educativo está conectado con la Iglesia Católica Annunciation, y ambas dependencias están ubicadas en una zona residencial en el sureste de la mayor ciudad de Minnesota.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha contado a través de su red social Truth Social que ha sido “completamente informado” sobre la tragedia. “He recibido información completa sobre el trágico tiroteo en Minneapolis, Minnesota. El FBI ha respondido rápidamente y se encontraba en el lugar. La Casa Blanca seguirá monitoreando esta terrible situación”, ha escrito.
La Casa Blanca ha confirmado que el presidente y el gobernador de Minnessota han hablado por teléfono tras el suceso. Trump ha ordenado que las banderas ondeen a media asta en los edificios públicos hasta el domingo, en homenaje a las víctimas del tiroteo.