Los audios revelados por EL PAÍS en los que Álvaro Leyva habla de hacer caer a Gustavo Petro en “no más de 20 días” han provocado una ola de indignación en la clase política colombiana, que en un gesto de madurez democrática ha rechazado de pleno el plan que quería llevar a cabo el excanciller con la ayuda de Estados Unidos. Los precandidatos Vicky Dávila, Luis Gilberto Murillo, Susana Muhamad y Juan Manuel Galán, así como todo el Gobierno en bloque y figuras de la talla de Álvaro Uribe y Humberto de la Calle, dos nombres fundamentales en la historia del país, han pedido explicaciones al político conservador, que todavía no se ha pronunciado públicamente. Este periódico ha tratado de recabar su versión sin éxito, antes y después de la publicación.
En las grabaciones, se plantea periodos de tiempo que resultan imposibles para derrocar a un presidente de forma constitucional. En el muy garantista sistema colombiano se puede formular un juicio político con una acusación de la Cámara de Representantes, que se encargaría de la investigación y pasaría el caso al Senado, el ente que lo juzgaría. El proceso se puede dilatar meses o incluso años, y como ejemplo está al que fue sometido el presidente Ernesto Samper, que no llegó a concluir y quedó en nada.
Leyva, de acuerdo a los audios y una investigación en Nueva York y Bogotá, buscó la complicidad de Estados Unidos en el asunto. Contactó con gente del entorno de Marco Rubio, el secretario de Estado. No recibió ninguna respuesta. Dávila, antigua directora de la revista Semana, ha sido de las primeras en desmarcarse, ya que Leyva asegura en uno de los cortes que sopesaba consultarla para unirse al propósito de hacer caer a Petro. “No tengo nada que ver con estas ideas del Ex Canciller Álvaro Leyva que menciona El País. No estoy de acuerdo con que tumben a Petro, siempre lo he dicho, en público y en privado. No entiendo por qué Leyva utiliza mi nombre como supuesta ‘interlocutora válida’, en su imaginario, para atraer a políticos en Colombia y Estados Unidos”, ha escrito en redes sociales.
Leyva también hace mención a Miguel Uribe Turbay, el joven político que se encuentra luchando por su vida en un hospital tras sufrir un atentado. El expresidente Álvaro Uribe (no guarda parentesco con el miembro de su partido) ha pedido explicaciones a quien fuera negociador de paz en representación de la guerrilla de las FARC: “Nuestro precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay es un demócrata integral, un combatiente con las ideas y con los argumentos, una persona franca y genuina, no un golpista. Esperamos que el doctor Álvaro Leyva aclare. Lo mismo frente a nuestra compatriota y candidata independiente Vicky Dávila, cuyo carácter y franqueza merecen el respeto de todos los colombianos”.
Han sido numerosos las muestras de apoyo a la democracia, a pesar de que el país vive una gran polarización, a la que contribuye Petro. Humberto de la Calle, un político respetado que fue jefe negociador del Gobierno en ese mismo proceso de paz en el que participó Leyva y culminó con éxito, ha condenado lo revelado: “Muy graves las revelaciones que trae El País de Madrid sobre las operaciones de Álvaro Leyva para tumbar al Presidente Petro. Hay que rechazarlas. Una cosa es la crítica y otra la conspiración. El periodo de Gustavo Petro es intocable”.
Daniel Quintero, también precandidato, generó mucha polémica al asegurar que las “grabaciones revelan que atentado a Miguel Uribe era parte de un plan para hacerle un golpe de estado al Presidente de Colombia”. El material no demuestra eso, ni siquiera se puede inferir. Quintero ha defendido esta tesis desde que se produjo el atentado. Por su parte, Gustavo Bolívar, exmiembro del gabinete de Petro, considera que se ha actuado al margen de la ley. “El intento de organizar un golpe de estado contra el Presidente Petro no es solo ruin y desleal sino delictivo. Leyva no está en edad de pagar cárcel, pero pasará sus últimos días postrado en el desprestigio que significa atacar a quien te da confianza y atentar contra toda una nación apelando a intereses bajos”, ha escrito en redes.
Las muestras de repudio han llegado desde la izquierda, el centro y la derecha. Han juntado a Uribe con Juan Manuel Galán, Susana Muhamad y Cielo Rusinque. Petro lleva hablando de un intento golpista casi desde que llegó al poder y ha sostenido varias veces que lo querían matar. Muchas de esas supuestas intentonas no se han demostrado, muchos han pensado que el presidente se victimizaba, pero al escuchar en su despacho los audios sintió que parte de sus intuiciones han resultado ciertas. “Leyva me ha hecho la peor de las traiciones”, ha dicho a este periódico.
Las dos manos derechas de Petro, Armando Benedetti y Laura Sarabia, han repudiado las intenciones de Leyva. La ahora canciller se ha pronunciado en términos muy duros: “Ruin y miserable. No encuentro mejores palabras para describir a Álvaro Leyva. La ambición desmedida por el poder lo llevó a conspirar contra nuestra institucionalidad”. Petro, en un mensaje, ha dicho que Leyva, que salió del Gobierno por un error administrativo, no soportó que Benedetti y Sarabia siguieran en sus cargos. (Benedetti ha realizado sus declaraciones en televisión). Faltan por pronunciarse importantes nombres de la vida pública, como Sergio Fajardo, que se mantiene prudente hasta la respuesta de Leyva.
En un momento de máxima tensión, en el que Petro pretende sacar adelante una asamblea constituyente con una papeleta simbólica, lo que muchos juristas y opositores consideran ilegal, la institucionalidad colombiana ha cerrado filas en torno a la necesidad de respetar el orden constitucional. La idea de Leyva, según los audios, era colocar en su lugar a Francia Márquez, la vicepresidenta, que también ha negado su implicación. En medio del caos político, la clase dirigente ha dado un ejemplo de talante democrático.
