La Unión Europea ha reclamado una “desescalada urgente” del nuevo enfrentamiento entre Israel e Irán y ha abogado por una solución diplomática como única salida al más reciente y peligroso foco de conflicto en Oriente Próximo. Un camino en el que los Veintisiete consideran que tienen un papel que desempeñar, sobre todo ahora que están “estancadas” las negociaciones entre Washington y Teherán sobre el programa nuclear iraní. A la espera, sin embargo, de señales de los implicados, y ante la incertidumbre de la posición estadounidense tras la precipitada marcha del presidente Donald Trump de la cumbre del G-7 en Canadá, la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, ha pedido también que Estados Unidos evite implicarse en el conflicto, por el peligro de agravar más aún la situación.
“Si EE UU se involucra, arrastrará a la región a un conflicto más amplio, algo que no interesa a nadie. En mi conversación [el lunes] con el secretario de Estado, Marco Rubio, él enfatizó que tampoco les interesa involucrarse”, ha explicado este martes Kallas en rueda de prensa en Bruselas.
No obstante, la decisión de Trump de abandonar antes de tiempo la cumbre del G-7 y su desmentido furibundo a las declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, sobre que el motivo fuera intentar lograr un alto el fuego —es “algo mucho más grande”, declaró el republicano, que también instó a Irán a “rendirse del todo”— no ha aplacado, más bien al contrario, la inquietud al otro lado del Atlántico.
Kallas había convocado para este martes una reunión informal por videoconferencia con los ministros de Exteriores del bloque para discutir la nueva crisis en Oriente Próximo y sus posibles implicaciones en la región y el mundo.
“Todos coincidimos en la necesidad urgente de una desescalada, en que Irán no puede tener una bomba nuclear y que la diplomacia es la solución para evitarlo. La UE desempeñará su papel”, ha resumido tras la cita virtual.
Los Veintisiete, además, se están coordinando para facilitar la evacuación de ciudadanos europeos atrapados en el nuevo frente de Oriente Próximo. “Estamos ayudando a los Estados miembros a evacuar a los ciudadanos que desean irse”; hay países que tienen aviones disponibles para esa tarea y otros que no y desde Bruselas se coordinan “los esfuerzos” para que los ciudadanos comunitarios “estén seguros”, ha explicado Kallas.
Tras la suspensión de las conversaciones sobre el programa nuclear iraní previstas entre Estados Unidos y Teherán en Omán el pasado fin de semana, la UE ve un espacio para ejercer un papel mediador tanto para buscar una solución a esta cuestión como para bajar la tensión actual en la región, una prioridad de los Veintisiete, ha insistido.
“En vista de los acontecimientos, la UE tiene un papel más grande ahora que las conversaciones se han estancado”, ha señalado. Una posición respaldada por España. El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, también “ha defendido que la UE haga uso de toda su potencia diplomática para promover una desescalada entre Irán e Israel”, según fuentes del ministerio.
Kallas ha evitado mencionar explícitamente el “derecho de Israel a defenderse”, como se destaca en el comunicado conjunto del G-7 emitido la pasada madrugada con la participación de Washington, y ha resaltado también la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, desde Canadá. En vez de ello, la estonia ha insistido que entre los Estados miembros hay consenso en que hay una “urgente necesidad de desescalar” la situación y que “Irán no puede tener una bomba nuclear”, pero que la única vía es la diplomacia. “No podemos ser indulgentes cuando Irán acelera su programa nuclear”, ha acotado.
“Los ministros pidieron a todas las partes que respetaran el derecho internacional, que actúen con contención y eviten acciones que puedan descontrolarse”, ha resumido sobre el encuentro virtual, al que seguirá el próximo lunes uno presencial en Bruselas. “La UE puede desempeñar y va a jugar su parte en lograr una solución diplomática. Estamos en contacto con Irán e Israel para desescalar la situación”, así como con unos socios regionales “muy preocupados por un efecto de contagio” en todo Oriente Próximo, ha agregado.
Desde Estrasburgo, donde ha hablado ante el pleno del Parlamento Europeo, el rey Abdalá II de Jordania también ha reclamado que se ponga fin al conflicto entre Israel e Irán y ha llamado a que Europa ejerza un “liderazgo” en esta cuestión. “Europa es consciente de que la verdadera seguridad no recae en la fortaleza de los ejércitos, sino en el refuerzo de los valores comunes”, ha declarado.
“Con la expansión de la ofensiva de Israel a Irán, no podemos prever dónde terminarán los límites del campo de batalla. Y eso supone una amenaza para todo el mundo”, ha subrayado el monarca, antes de sentenciar: “Estamos en otra encrucijada decisiva de nuestra historia. Una que exige elegir entre el imperio de la ley o el imperio de la fuerza. El liderazgo de Europa será vital para elegir el camino correcto, y puede contar con Jordania”.