
Con la creciente popularidad de los sermones en línea, los influencers de las redes sociales y los predicadores de podcast, discernir la sana doctrina de la falsa enseñanza es más importante que nunca, según el pastor y autor John Piper.
“Establece tus estándares altos”, dijo el canciller del Bethlehem College and Seminary en Minneapolis, Minnesota, en un episodio reciente del podcast “Pegúntale al Pastor John”.
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“Escucha a personas que estén verdaderamente centradas en Dios, que exalten a Cristo, saturadas de la Biblia, dependientes del Espíritu, que llevan en sus vidas las marcas autenticidad”.
Los comentarios de Piper vinieron en respuesta a un lector que compartió una preocupación sobre la doctrina en la era digital: “La Biblia nos da muchas advertencias sobre falsos maestros, pero ¿cómo puedo identificar si alguien a quien escucho en Internet es un falso maestro?”, preguntó.
“No pongas el listón tan bajo que solo dejes de escuchar a las personas si se les puede llamar falsos maestros”, dijo Piper. “Muchas personas son maestros que simplemente están equivocados y no son útiles en muchos aspectos, pero es posible que no les aplique lo de llamarlos falsos maestros.”.
Las cuatro pruebas bíblicas, dijo Piper, son el fruto de la vida de un maestro, la solidez de su doctrina, su sumisión a la Escritura y su fidelidad al Evangelio de gracia.
Piper citó las palabras de Jesús en Mateo 7, señalando la importancia de examinar la vida de un maestro.
“Los reconocerás por sus frutos”, citó Piper. “Así, todo árbol sano da buen fruto, pero el árbol enfermo da mal fruto”.
Reconoció que evaluar la conducta personal de alguien puede ser difícil cuando se trata de personajes de internet. “Por eso necesitas mirar cuidadosamente y tomarte tiempo y pertenecer a una iglesia – una iglesia real, viva, de seres humanos, de carne y hueso, en persona con un predicador real y vivo cuya vida conozcas”.
Basándose en el ejemplo de Pablo en 1 Tesalonicenses, Piper notó cómo el apóstol enfatizó su propia vida como evidencia del poder del Evangelio. “Ustedes saben qué clase de hombres demostramos ser entre ustedes por su bien”, escribió Pablo. “Así que júzguennos por nuestras vidas”.
Después, Piper se refirió a la integridad teológica del mensaje de un maestro.
Haciendo referencia a 1 Juan 4, Piper dijo que la encarnación de Cristo es innegociable: “Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne es de Dios”.
También citó 1 Timoteo 6, donde Pablo advierte contra cualquiera que “no esté de acuerdo con las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y la enseñanza que concuerda con la piedad”.
“Necesitamos medir las doctrinas que están siendo enseñadas por las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y por sus implicaciones para la piedad”, dijo Piper.
La actitud de un maestro hacia la autoridad de la Escritura también es clave, dijo el autor.
Piper citó 1 Corintios 14:37-38, donde Pablo declaró que aquellos que se rehúsan a reconocer la enseñanza apostólica no deben ser reconocidos. Similarmente, en 1 Juan 4:6, Juan escribió: “El que conoce a Dios nos escucha; el que no es de Dios no nos escucha”.
“Los apóstoles elevaron su enseñanza al nivel de una prueba de verdad”, dijo Piper. “Si una persona no somete su pensamiento y su enseñanza a la autoridad de los apóstoles – a los maestros autorizados de Cristo que escribieron el Nuevo Testamento – entonces no van a ser maestros confiables”.
Incluso si tales personas ocasionalmente dicen cosas verdaderas, advirtió Piper, “eso no los hace maestros confiables”.
Finalmente, Piper enfatizó la centralidad del Evangelio de justificación por la fe.
Citando Gálatas 1:8-9, recordó a los oyentes la severa advertencia de Pablo: “Pero si nosotros, o un ángel del cielo, os anunciáramos otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema”.
“Pablo está simplemente al rojo vivo sobre esto”, dijo Piper, explicando que cualquier evangelio que reintroduzca el cumplimiento de la ley como un medio para la justificación es una traición a la gracia. “De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído” (Gálatas 5:4), agregó.
Piper dejó claro que identificar la falsa enseñanza es una cuestión de vida y muerte espiritual.
“La falsa doctrina y los falsos maestros no son solo engañosos; son peligrosos para el alma. Así que, debemos estar en alerta máxima con discernimiento, profundamente arraigados en la verdad”.
Mientras que el internet puede ser un suplemento útil, el pastor terminó con un fuerte recordatorio de dónde reside la seguridad espiritual.
“La mejor manera de protegernos de los falsos maestros es ser parte de una iglesia sana que predique la Biblia, y estar saturados con oración de la Biblia todos los días”.