Israel ha lanzado un bombardeo dirigido a los líderes de Hamás en Doha, la capital de Qatar. Así lo ha señalado el ejército israelí, a través de su portavoz en árabe, Avichay Adraee, quien ha informado en la tarde del martes de una operación coordinada entre las fuerzas aéreas de Israel y las agencias de inteligencia de ese país. Es el primer ataque de Israel sobre este país, mediador en el hasta ahora infructuoso proceso para alcanzar una tregua en Gaza, y supone otra escalada en el conflicto de Oriente Próximo, que ya ha inflamado territorios como Líbano o Irán. Poco después del impacto, Qatar ha anunciado que suspende el diálogo para un alto el fuego en Doha, según ha informado el medio Al Arabiya.
El comunicado castrense evita mencionar los nombres de los líderes a los que Israel pretendía asesinar en esta operación. Doha acoge a algunos de los principales mandatarios de la organización palestina fuera de la franja de Gaza, como Khalil al-Haya, quien también ejerce como líder del equipo negociador de Hamás en las conversaciones por un alto el fuego en Gaza. Fuentes de Hamás han asegurado a Al Jazeera que en el bombardeo ha fallecido un hijo de este dirigente.
“Los líderes de Hamás que hemos atacado fueron los líderes de las actividades terroristas que Hamás [ha perpetrado] a lo largo de los años, y tienen responsabilidad directa de cometer la masacre del 7 de octubre” de 2023, ha indicado el portavoz israelí, en referencia a la invasión que Hamás lanzó contra el sur de Israel, que mató alrededor de 1.200 personas y secuestró a otras 250.
Es la primera vez que Israel lanza un ataque en Qatar, un país ubicado a 1.500 kilómetros de distancia del Estado judío. El bombardeo, que deja en el aire la cordialidad que ha unido a estos dos países, supone un paso más hacia la internacionalización de la lucha israelí contra Hamás, a quien Israel ya ha bombardeado en Líbano y en Irán, además de en Gaza. En julio de 2024, las tropas israelíes lanzaron un ataque contra Teherán en el que mataron a Ismail Haniya, máximo líder hasta ese momento de Hamás.
“La acción de hoy contra los principales jefes terroristas de Hamás es una operación totalmente israelí e independiente”, ha reivindicado el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en un comunicado. “Israel lo ha iniciado, lo ha llevado a cabo y asume toda la responsabilidad sobre ello”.
En un comunicado paralelo publicado de manera conjunta, el primer ministro y el ministro de Defensa, Israel Katz, han explicado que empezaron a preparar los ataques contra los líderes de Hamás en Qatar el lunes, después del atentado perpetrado contra un autobús, causando seis víctimas mortales, que Hamás ha reivindicado este martes. También incluyen en esa ecuación el ataque en el que los combatientes palestinos mataron a cuatro soldados israelíes en el interior de la Franja el lunes. El bombardeo se ha llevado a cabo la tarde del martes “a la luz de una oportunidad operativa”, ha indicado ese comunicado.
El jefe del ejército de Israel, Eyal Zamir, declaró de manera reciente su intención de perseguir y atacar los líderes de Hamás alrededor del mundo, y algunos miembros del Gobierno de Israel se han expresado de manera similar durante los últimos meses.
Según múltiples informaciones, el ataque ha tenido lugar mientras los líderes de Hamás se encontraban reunidos para discutir la última propuesta de tregua planteada por EE UU. El medio de comunicación Axios ha indicado, citando fuentes no identificadas, que algunos líderes de la organización palestina cuya residencia fija está en Turquía se habían desplazado a Doha para unirse al encuentro, que contaba con la presencia de un grupo significativo de dirigentes de Hamás.
El medio de comunicación saudí Al Arabiya, que ha sido el primero en informar de la supuesta muerte no confirmada del líder Al-Haya, ha citado fuentes cercanas a Hamás que han descrito la última propuesta de alto el fuego estadounidense como un “engaño”. Según esta versión, la propuesta solo pretendía “reunir a los líderes de Hamás para atacarlos”. Otros miembros de esa organización han indicado al medio catarí Al Jazeera, cuya sede está en Doha, que el ataque no ha producido víctimas mortales.
Diferentes medios de comunicación —la agencia estadounidense Associated Press y el Canal 12 israelí, una de las principales televisiones en Israel, entre otros— han asegurado, poco después del bombardeo, que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había autorizado a los dirigentes israelíes para efectuarlo. De momento, la Casa Blanca no se ha pronunciado.
“El Estado de Qatar condena con fuerza el cobarde ataque israelí contra edificios residenciales”, ha protestado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de ese país, Majed Alansari. “[Esos edificios] hospedan múltiples miembros del Buró Político de Hamás en la capital de Qatar. Este asalto criminal constituye una violación flagrante de todas las leyes y normas internacionales, así como una amenaza seria hacia la seguridad de los residentes de Qatar”.
Alansari ha sido recientemente una de las voces regionales más duras con Israel. Su país, Qatar, es uno de los dos principales mediadores árabes, junto con Egipto, en los esfuerzos diplomáticos que intentan alcanzar un acuerdo de alto el fuego entre el Gobierno de Israel y Hamás. En agosto, la organización palestina aceptó una propuesta de tregua que llevaba el sello de Washington, El Cairo y Doha. Según Alansari, esa propuesta de tregua era similar “en un 98%” a un texto que Israel había aceptado en julio.
A pesar de ello, la negativa de Israel a aceptar la oferta que había visto con buenos ojos con anterioridad llevó la diplomacia a un bloqueo que se alargó durante semanas. Días atrás, EE UU entró en escena para intentar dar un nuevo impulso a las conversaciones, y lo hizo con una nueva propuesta, la que los dirigentes de Hamás discutían este martes en Doha.
Distintos analistas regionales expresaron su escepticismo sobre de la propuesta, indicando que no aportaba nada distinto a las anteriores que pudiera superar las diferencias fundamentales que habían distanciado a las partes en conflicto. Sin embargo, Trump urgió la milicia palestina a aceptar la oferta y lanzó un ultimátum contra Hamás, advirtiendo de que la alternativa para la organización sería “horrible” si no aceptaba su nueva propuesta de tregua.