Ghislaine Maxwell, cómplice del pederasta Jeffrey Epstein, declaró a un alto cargo del Departamento de Justicia el mes pasado que nunca le constó la existencia de una “lista de clientes” a los que el financiero extorsionase. También le aseguró que jamás fue testigo de ningún tipo de comportamiento inapropiado del ahora presidente de EE UU, Donald Trump, entonces un promotor inmobiliario muy activo en los círculos sociales neoyorquinos y que trató al financiero.
Maxwell, condenada en 2021 a 20 años de cárcel por tráfico de menores y otros delitos, ha apelado su caso al Tribunal Supremo. El mes pasado fue trasladada a una cárcel de mínima seguridad en Texas después de entrevistarse durante nueve horas a lo largo de dos días con Todd Blanche, antiguo abogado personal de Trump y ahora número dos del Departamento de Justicia.
En la entrevista, Maxwell se muestra cooperativa y dispuesta a abordar los años de su relación con Epstein, de quien fue pareja y conseguidora, aunque puntualiza que hay partes que no recuerda dados los años transcurridos.
Preguntada por Trump, asegura que “nunca” vio al presidente “en ningún escenario inapropiado de ninguna manera”. Y agregó: “El presidente nunca se comportó de manera inapropiada con nadie. Las veces en las que le vi fue un caballero en todos los sentidos”.
En mayo, la fiscal general, Pam Bondi, informó a Trump de que su nombre aparecía en múltiples archivos del caso. En sí, eso no representa ningún indicio de haber cometido nada incorrecto. Bondi y Blanche explicaron al presidente que esos archivos le mencionaban a él y a muchas otras personas, y recogían en muchos casos simplemente rumores no verificados.
Desde entonces, la Administración tuvo que enfrentarse a una avalancha de llamamientos para hacer públicos sus archivos sobre el caso del financiero, y los posibles vínculos que el pederasta pudo tener con todo tipo de poderosas personalidades.
La divulgación de la transcripción de las entrevistas con Maxwell forma parte de una serie de pasos para acallar las críticas y las teorías de la conspiración del sector más radical MAGA (Make America Great Again, el movimiento de Donald Trump), después de que el caso Epstein volviera a resurgir. Estos grupos están convencidos de que el suicidio del financiero en la cárcel donde aguardaba juicio en 2019 no fue tal. También se preguntan por qué el ahora presidente, que durante meses y años propaló conjeturas al respecto, ahora apoya la versión oficial y acepta que Epstein se dio muerte a sí mismo.
Maxwell recibió inmunidad condicional para declarar ante Blanche, que indicó que quería hablar con la antigua miembro de la jet-set para ver si ella tenía más información sobre posibles abusadores de las víctimas de Epstein. Una semana después de sus conversaciones, la cómplice del pederasta fue trasladada de una cárcel de baja seguridad en Florida a la de seguridad mínima en Texas. Los reglamentos del Departamento de Justicia establecen que los condenados por delitos sexuales deben quedar recluidos en una cárcel de al menos baja seguridad. Para cumplir su pena en una de vigilancia mínima, deben contar con autorización expresa.