El presidente francés, Emmanuel Macron, ha expresado este miércoles su apoyo al primer ministro, François Bayrou, que se someterá el 8 de septiembre a un voto de confianza en la Asamblea Nacional sobre si es necesario acometer recortes para reducir el endeudamiento del país. Macron, que ha participado en el primer Consejo de Ministros tras la pausa estival, dijo ante los ministros que “no hay que negar la realidad ni caer en el catastrofismo” en lo que respecta a la situación económica del país. El líder francés ha querido enviar un mensaje de confianza en la solidez del país ante el castigo que empiezan a otorgar los mercados a ese nuevo riesgo de inestabilidad política en la segunda economía del euro.
Es la primera vez que el presidente de la República se pronuncia tras el anuncio de Bayrou el pasado lunes. La decisión del primer ministro deja al Gobierno en el aire, pues los partidos de la oposición, tanto en la izquierda como la extrema derecha, avanzaron rápidamente que no lo van a apoyar. En diciembre de 2024, la suma de los votos del Nuevo Frente Popular ―que agrupa toda la izquierda― y del ultraderechista Reagrupamiento Nacional ya se cobraron a Michel Barnier, el primer ministro más efímero de la V República. Todos rechazan el paquete de recortes presupuestarios de 44.000 millones de euros con el que Bayrou, en el Gobierno desde hace apenas ocho meses, propone reducir el elevado endeudamiento y el déficit francés.
Tras el encarecimiento de la deuda de los últimos días y las caídas en las bolsas, el presidente de la República ha intentado tranquilizar al asegurar que Francia “es un país sólido con una economía sólida”. “Ya logramos sanear las finanzas públicas en 2017 y 2019 creando empleo y bajando los impuestos. Podemos superar este desafío”, ha señalado Macron durante la reunión, según la portavoz del Gobierno, Sophie Primas.
El mandatario ha apelado a la responsabilidad de los partidos de cara al 8 de septiembre: “Es un voto de lucidez”, ha señalado durante la reunión con el Gobierno. “Se trata de un voto sobre hechos y principios, no sobre el presupuesto, y esto dará la posibilidad de abrir luego las negociaciones”, ha dicho.
La portavoz del Gobierno señaló que Macron “está en perfecta armonía y de acuerdo [con el primer ministro] en lo que respecta al tema de producir más y gastar mejor el dinero público, que ahora debe racionalizarse” y pidió a los diputados que aparquen “las posturas políticas”.
“Lo que está en juego el 8 de septiembre es fundamental: ¿Estamos preparados para actuar juntos por Francia y los franceses? Si se comparte este diagnóstico, el debate se abrirá más adelante”, ha dicho Primas, en referencia a la negociación de las medidas presupuestarias.
Según la portavoz, durante la reunión no se ha explorado aún ningún escenario en caso de que Bayrou no obtenga el respaldo de la cámara y se vea obligado a dimitir. Tampoco se ha abordado la eventual convocatoria de nuevas elecciones legislativas.
En los últimos días, Bayrou ha reiterado que está dispuesto a modificar el paquete presentado y aceptar propuestas. La medida más polémica es la de suprimir dos días festivos del calendario para producir más y estimular la economía. El PIB avanzó un escaso 0,3% en el segundo trimestre de este año, tras un primero nulo (+0,1%). La deuda, la tercera más elevada de la zona euro, alcanza el 114% del PIB.
Este primer Consejo de Ministros tras la pausa estival podría ser el penúltimo del actual Ejecutivo si los partidos de la oposición cumplen su amenaza y finalmente no le dan su confianza a Bayrou. En minoría en la Asamblea Nacional, de momento, solo cuenta con el apoyo verbalizado del partido conservador Los Republicanos.
Macron ha reiterado que “no todo está perdido”. “El Gobierno será combativo”, según Primas. El presidente recibió el jueves pasado a Bayrou en Brégançon, donde pasa sus vacaciones, para preparar el nuevo curso político. Fue cuando este le comunicó su decisión de someterse a la confianza del parlamento, que el presidente aceptó. Los empresarios han alertado también del riesgo para la economía si cae el Gobierno. El presidente de la patronal Movimiento de las Empresas de Francia, Patrick Martin, dijo que “no se juega con la economía (…) Añadir caos al caos no arreglará nada”.