El 12 de junio, unos segundos después del despegue del aeropuerto de Ahmedabad, los motores del vuelo de 171 de Air India con destino a Londres sufrieron un repentino corte en el suministro de combustible. Inmediatamente después, el avión comenzó a perder altura, uno de los pilotos emitió una alerta de “mayday” y finalmente se produjo el impacto del Boeing 787-8 Dreamliner contra las instalaciones de una facultad de medicina a las afueras del aeropuerto, según recoge el informe preliminar de la Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos (OIAA) de la India publicado este sábado.
En el accidente murieron 241 de las 242 personas que iban a bordo, además de otras 19 en tierra. Ha sido el más grave de la India en casi tres décadas, y el más mortífero de la industria en 11 años. Entre los pasajeros viajaban 169 indios, 53 británicos, siete portugueses y un canadiense.
El documento, que examina la secuencia de acontecimientos y el comportamiento de los motores que condujeron al siniestro, ofrece la primera visión oficial de lo ocurrido. En sus 15 páginas, la OIAA, que depende del Ministerio de Aviación Civil indio, recoge cómo el artefacto alcanzó la velocidad necesaria para ejecutar el despegue, pero inmediatamente después los interruptores que controlan el flujo de combustible hacia los motores “pasaron” de la posición “funcionamiento” (run, dice la versión en inglés del informe) a “interrumpido” (cut-off). Los dos motores, prosigue, empezaron a disminuir desde sus valores de despegue al cortarse el suministro.
“En la grabación de voz de la cabina, se oye a uno de los pilotos preguntar al otro por qué lo ha cortado”, señala la investigación. “El otro piloto respondió que no lo ha hecho”. No se observa actividad significativa de aves en las proximidades de la trayectoria del vuelo, añade, pero sí la activación, inmediatamente después del despegue, de una turbina auxiliar (RAT) que se despliega cuando los motores dejan de suministrar energía a los sistemas críticos. “La aeronave empezó a perder altitud antes de cruzar el muro perimetral del aeropuerto”.
Unos instantes después, los interruptores de corte de combustible regresaron al modo “funcionamiento”, iniciando “una secuencia de reencendido”, y varios indicadores reflejados en el informe constatan un intento de recuperación. Uno de los motores logró revertir la desaceleración; el otro, aunque consiguió el reencendido, no pudo frenar esa desaceleración. La grabación de la caja negra se detuvo a las 08:09:11 UTC, tan solo 32 segundos después del despegue.
La investigación preliminar, que no aporta conclusiones definitivas sobre lo que provocó la desconexión de los interruptores, está basada en las grabaciones de voz en la cabina y de los datos digitales de vuelo, además de las comunicaciones con la torre de control y de pruebas recogidas en el lugar del accidente.
El informe añade que, en esta fase de la investigación, no hay de momento “ninguna acción recomendada” para Boeing, el fabricante del avión, ni para GE Aerospace, cuyos motores lo propulsaban. También señala que los investigadores han obtenido ya la declaración de los testigos y del único superviviente, Vishwash Kumar Ramesh, de 40 años, el célebre pasajero de nacionalidad británica que viajaba en el asiento 11A, junto a la salida de emergencias.
Añade que se está llevando a cabo un “análisis completo de los informes postmortem de la tripulación y los pasajeros” y que “se están recopilando detalles adicionales basados en las pistas iniciales”. “La investigación continúa y el equipo de investigación revisará y examinará pruebas, registros e información adicionales que se están solicitando a las partes interesadas”, concluye el documento.
Air India ha emitido este sábado un comunicado reiterando su solidaridad con las familias y los afectados por el accidente. “Seguimos lamentando la pérdida y nos comprometemos plenamente a brindar apoyo en estos momentos difíciles”, ha dicho dando acuse de recibo del informe preliminar. La compañía, propiedad del conglomerado indio Tata, ha asegurado que colabora con las partes interesadas, “incluidos los reguladores” y que está “cooperando plenamente” con la OIAA y otras autoridades. Pero ha evitado “comentar detalles específicos” del informe y ha remitido a organismo que lidera la investigación para cualquier consulta.
La estadounidense Boeing ha asegurado en otro comunicado que sigue prestando apoyo a la investigación y a su cliente, Air India. La también estadounidense GE Aerospace no ha respondido inmediatamente a la solicitud de comentarios, recoge la agencia Reuters.
El informe preliminar de este sábado cumple con los estándares internacionales, que pide la presentación del documento 30 días después del accidente. El informe final se espera para dentro de un año.