El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha declarado este miércoles a Rusia culpable de violaciones de derechos humanos “generalizadas y flagrantes” a partir de 2014 en Ucrania: desde asesinatos extrajudiciales de soldados y civiles a torturas, desplazamientos forzosos de civiles y secuestro de menores. Los jueces instan a Moscú a iniciar de inmediato mecanismos para devolver “sin demora” a todas las personas que mantiene retenidas, especialmente los niños. Además, consideran al Estado ruso responsable del derribo del avión de Malaysian Airlines MH17 en julio de 2014, en el que murieron 298 personas. Es la primera vez que un tribunal internacional falla contra Rusia por vulnerar el derecho internacional.
“El Estado demandado debe liberar o devolver de manera segura y sin demora a todas las personas privadas de libertad en territorio ucranio bajo ocupación por Rusia y las fuerzas controladas por Rusia antes del 16 de septiembre de 2022 y que todavía están bajo custodia de las autoridades rusas”, ha decretado el TEDH. De igual modo, emplaza a Moscú a “cooperar sin demora” para la creación de un mecanismo internacional e independiente que permita “la identificación de todos los niños transferidos desde Ucrania a Rusia y a territorio controlado por Rusia antes del 16 de septiembre de 2022”.
Además, Rusia debe permitir la “reanudación del contacto” entre los menores secuestrados y sus familiares supervivientes o custodios legales y trabajar para la “reunificación segura” con los mismos, reclaman los magistrados, que subrayan la gravedad de unas acciones sin precedentes en las últimas décadas y sostienen que estas amenazan la paz en Europa.
“Los acontecimientos en Ucrania no tienen precedentes en la historia del Consejo de Europa”, fundado en 1949, señalan los jueces en su fallo. “La naturaleza y magnitud de la violencia, así como las ominosas declaraciones sobre la condición de Estado de Ucrania, su independencia y su propio derecho a existir, representan una amenaza para la coexistencia pacífica que Europa ha dado por sentada desde hace mucho tiempo”, advierten los magistrados, que lamentan el “flagrante desprecio por el Estado de derecho” que muestra Moscú con unas acciones que “pretenden socavar el tejido mismo de la democracia”.
La decisión ha sido tomada de forma unánime por la Gran Cámara del tribunal de Estrasburgo, compuesta por 17 magistrados. El TEDH había decidido unificar varias demandas contra Rusia presentadas por Ucrania y Países Bajos, de donde procedían la mayor parte de los pasajeros fallecidos en el vuelo de Malaysian Airlines que viajaba desde Ámsterdam a Kuala Lumpur cuando, al sobrevolar Ucrania, fue abatido por un misil tierra-aire ruso en julio de 2014. Aunque Moscú fue excluido del Consejo de Europa —del que depende el TEDH— el 16 de marzo de 2022, poco después de la invasión a gran escala de Ucrania, los jueces de Estrasburgo todavía examinan casos previos a esa fecha, incluidos los de estas demandas que datan de 2014, 2020 e incluso de comienzos de 2022.
En las dos sentencias emitidas este miércoles, los jueces consideran probado que se han producido “prácticas administrativas”, es decir, ordenadas por el Estado ruso, para perpetrar “asesinatos extrajudiciales de civiles y de militar personal ucranio fuera de combate”, así como “torturas y trato degradante e inhumano”. Rusia también es responsable de prácticas de “trabajo forzado”; detenciones “ilegales y arbitrarias” de civiles; “destrucción, saqueo y expropiación de propiedades de civiles y empresas”; “intimidación, acoso y persecución” de grupos religiosos; y “traslado y desplazamiento” de civiles, entre otros.
Los jueces consideran probadas las acusaciones de secuestro y traslado a Rusia de menores desde Ucrania y, “en muchos casos”, de la “adopción” rusa de niños ucranios, más allá de “suprimir la lengua ucrania” e imponer el “adoctrinamiento en la educación”. Todo ello implica múltiples violaciones del Convenio Europeo de Derechos Humanos, especialmente del artículo 2 sobre el derecho a la vida y los relativos a la prohibición de la tortura, respeto a la vida y a la libertad de pensamiento.
El TEDH también ha considerado, de manera unánime, que Rusia violó los derechos consagrados en el Convenio con el derribo del avión MH17 en 2014. Aunque una investigación de la ONU ya decretó, el pasado mayo, la responsabilidad de Rusia en el siniestro de ese vuelo de Malaysia Airlines, el fallo de este miércoles en Estrasburgo supone la primera decisión condenatoria de carácter judicial. Pero, dado que Rusia ya no forma parte del sistema del Consejo de Europa, su valor es sobre todo simbólico, especialmente para las familias que llevan más de una década reclamando justicia.
El primer ministro en funciones neerlandés, Dick Schoof, ha calificado este miércoles el fallo del tribunal de “un paso importante hacia la justicia”. El titular de Asuntos Exteriores, Caspar Veldkamp, ha dicho: “No es que Putin vaya a admitir mañana todo lo que se ha hecho mal aquí, pero es importante que los jueces europeos, de forma unánime, determinen ahora que Rusia es responsable”.
La causa por el derribo del vuelo civil se inició en enero de 2022, siete años y medio después de la catástrofe, cuando Países Bajos, que perdió a 196 de sus ciudadanos en esa catástrofe aérea, acusó a Rusia ante el tribunal de Estrasburgo de haber violado el Convenio Europeo de Derechos Humanos por su participación en el derribo del MH17. La demanda señalaba el suministro ruso del misil lanzado contra el avión de pasajeros, y el hecho de haber dirigido las fuerzas armadas que lo utilizaron.
Moscú se negó a cooperar en la investigación internacional y difundió información falsa sobre las causas de lo ocurrido. La denuncia ante el TEDH era también una forma de apoyar a los familiares de las víctimas por el dolor añadido derivado de la obstrucción rusa, algo reconocido ahora por los jueces en su sentencia. El trauma fue nacional para los neerlandeses, y las familias directamente afectadas querían que se reconociera que fue Rusia la responsable de la muerte de casi 300 personas inocentes.
El pasado mayo, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), una agencia especializada de Naciones Unidas, ya consideró a Rusia culpable del derribo del MH17. El caso fue presentado por Países Bajos y Australia, los dos países, de un total de diez, de donde procedían la mayoría de las víctimas. Las conclusiones de la OACI allanaron el camino para exigir una indemnización a Rusia. En esta ocasión, el caso se basó en la violación del Convenio de Chicago (1944), que actualizó las normas de la aviación casi al final de la Segunda Guerra Mundial acordando la prohibición del uso de armas contra vuelos civiles.
El juicio de Estrasburgo viene precedido de las conclusiones, publicadas en 2023, de un equipo conjunto de investigadores de Países Bajos, Australia, Bélgica, Malasia y Ucrania sobre la participación rusa. Según estos expertos, el presidente ruso, Vladímir Putin, autorizó personalmente la entrega de sistemas de defensa aérea a los separatistas ucranios. El armamento incluía el misil Buk que derribó el avión, aunque la inmunidad presidencial impide juzgarlo por ahora.
Un año antes, la justicia de Países Bajos había condenado a cadena perpetua a tres de los cuatro acusados de haber participado en la operación. Un cuarto cómplice fue absuelto. Se trata de los ciudadanos rusos Igor Girkin y Sergei Dubinski, y el ucranio Leonid Jarchenko. El ruso Oleg Pulatov fue exonerado.
En el momento de los hechos, Girkin era ministro de defensa de la República Popular de Donetsk, en territorio de Ucrania, y mantenía contacto con Rusia. Dubisnki era el jefe del servicio de inteligencia en Donetsk, y su adjunto, Pulatov, coordinaba al grupo rebelde de la zona. Jarchenko comandaba a los combatientes rebeldes. El tribunal neerlandés puso el énfasis en determinar que se derribó un avión de forma intencionada. Los cuatro fueron sentenciados en rebeldía, ya que Rusia se niega a extraditarlos.
Marieke de Hoon, experta en Derecho Penal Internacional de la universidad de Ámsterdam, ha señalado en las redes sociales la importancia de que Estrasburgo reconozca como “sufrimiento adicional de las víctimas” el hecho de que “Rusia no haya cooperado” y también que “haya generado pruebas falsas”.