Por Euronews
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Ya no es un secreto: el Papa León XIV es un activo internauta y no oculta su pasión por las aplicaciones educativas y los juegos de lógica. La noticia de su presencia en la red surgió gracias a la atenta mirada de la comunidad digital, que rastreó al Pontífice en plataformas populares como Duolingo y Wordle.
Tras aproximadamente un año de inactividad, el perfil “Robert” (nombre de pila del Papa) volvió a la vida de repente en la aplicación de aprendizaje de idiomas que recompensa la perseverancia con puntos de experiencia (XP). Los usuarios notaron un frenesí de actividad: más de 30.000 puntos acumulados en muy poco tiempo.
El perfil, que utiliza el apodo @DrPrevost (el mismo que usó el Papa en X antes de su elección), muestra un interés particular por el alemán. Aunque ya había estudiado el idioma en el pasado, León XIV parece haber retomado las lecciones con fuerza, añadiendo también el estudio del italiano, lengua fundamental para el funcionamiento del Vaticano. La noticia fue recogida también por el diario italiano ‘La Repubblica’, pero no confirmada por fuentes vaticanas.
Insomnio y smartphones: mensajes de usuarios a las 3:00
La “frecuentación” digital del Papa no ha pasado desapercibida ni siquiera por lo inusual de las horas. Algunos usuarios de Duolingo han notado avances registrados en torno a las tres de la madrugada, hora de Roma. Un detalle que llevó a un usuario a comentar bromeando: “Santo Padre, son las 3 de la mañana, ¿qué está haciendo?”.
Confirmando estos hábitos nocturnos, el hermano del Pontífice, John Prevost, reveló al ‘National Catholic Reporter’ que el Papa, cuando no puede dormir, se dedica a menudo a su smartphone, alternando las clases de alemán con partidas de “Words with Friends”.
El secreto de Wordle revelado a los jóvenes
Además de los idiomas, el Papa comparte con millones de personas la pasión por Wordle, el famoso juego de palabras del ‘New York Times’. Durante un reciente encuentro virtual con jóvenes católicos estadounidenses reunidos en Indianápolis, León XIV reveló un “secreto papal”: su estrategia de juego.
“Cada día utilizo una palabra inicial diferente, no tengo una fija”, confesó, sonriendo antes de abordar temas más complejos, como la inteligencia artificial y el futuro de la Iglesia.
Esta pasión se ha convertido en un ritual familiar: de hecho, su hermano Juan confirmó que él y el Papa intercambian puntuaciones a diario, como hacen muchas familias en todo el mundo.
