La tibia posición oficial frente a la brutal ofensiva israelí en Gaza amenaza con crear una crisis de gobierno también en Bélgica, como ya ha hecho en el vecino Países Bajos. El ministro de Exteriores belga, Maxime Prévot, ha advertido este lunes de una “crisis grave” si la coalición liderada por el nacionalista flamenco Bart de Wever no adopta una posición “más firme” frente al Ejecutivo de Benjamín Netanyahu y si no avanza hacia el reconocimiento del Estado palestino.
“Si no hay un tono más fuerte en el seno del Gobierno respecto a las violaciones de derechos humanos cometidas por el Gobierno israelí, o si no se toma ninguna medida a favor del reconocimiento de Palestina, se perfila una grave crisis”, ha advertido Prévot, del partido centrista francófono Les Engagés, en entrevista con el diario De Standaard. Según ha adelantado, la falta de una acción concreta por parte de De Wever podría provocar el bloqueo de otros asuntos importantes para el Gobierno federal.
La compleja política belga —la coalición de Gobierno, conocida popularmente con el sobrenombre de Arizona, incluye cinco partidos, tres flamencos y dos valones— retoma esta semana el ritmo tras el periodo estival. Para este miércoles, De Wever ha convocado un kern, la reunión del núcleo duro del Ejecutivo, con sus viceprimeros ministros, entre ellos Prévot, para relanzar el curso político y analizar las principales políticas pendientes.
Parte del Gabinete, especialmente los centristas francófonos de Prévot, así como los cristianodemócratas y socialistas flamencos (CD&V y Vooruit), son favorables a endurecer el tono contra Israel. Por el contrario, los principales miembros de la coalición, la N-VA del propio De Wever y el Movimiento Reformista (MR) de centroderecha francófona, han bloqueado hasta ahora cualquier paso en este sentido, si bien en el seno de los nacionalistas flamencos empiezan a surgir divisiones.
Reconocimiento y prohibiciones
Según la prensa belga, Prévot presentará en la crucial cita del miércoles un paquete de “propuestas concretas”: además de reconocer el Estado palestino en septiembre, como se disponen a hacer países como Francia, quiere que se plantee una prohibición de viaje a Bélgica de los ministros israelíes ultras Itamar Ben-Gvir (Seguridad) y Bezalel Smotrich (Finanzas), el veto a la importación de productos procedentes de los territorios ocupados y, también, al sobrevuelo y el tránsito de armas con destino a Israel.
“No puedo imaginarme que Bélgica se una al pequeño grupo de países que no reconocen Palestina”, insiste Prévot en De Standaard. “Si dejamos pasar esta oportunidad, será perjudicial para la imagen internacional de Bélgica”, advierte el también viceprimer ministro, que lleva tiempo expresando su incomodidad con la política federal belga en el conflicto israelopalestino.
Bajo el anterior Ejecutivo del liberal Alexander De Croo, Bélgica fue, junto con España e Irlanda, uno de los países que más criticó la brutal ofensiva militar israelí en Gaza tras los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023 que provocaron el actual conflicto. La postura, sin embargo, ha cambiado sensiblemente desde que De Wever asumió como primer ministro, a comienzos de año.
Viraje en la posición de De Wever
En abril ya se produjo un primer episodio de tensión entre Prévot y el líder nacionalista flamenco, cuando este dijo “comprender” la posición de su homólogo húngaro, Víktor Orbán, al negarse a implementar la orden de arresto internacional emitida por el Tribunal Penal Internacional (TPI) contra Netanyahu cuando este visitó Budapest. Pese a ello, según el diario Le Soir, la posición proisraelí de De Wever ha ido “evolucionando” en los últimos tiempos, aunque sin llegar por el momento a hablar del reconocimiento de un Estado palestino, como sí hacen ya algunos miembros reconocidos de su formación.
No obstante, Prévot tiene en su mira sobre todo al líder de MR, Georges-Louis Bouchez, identificado como la principal traba a cualquier acción oficial belga contra Israel por Gaza. Después de la N-VA, el MR es el partido con más fuerza en la coalición Arizona. “La actitud de una sola persona no puede comprometer la reputación de todo el país”, ha advertido al respecto el jefe de la diplomacia belga. Durante su discurso en la víspera de la fiesta nacional belga, el 21 de julio, el rey Felipe también sorprendió al denunciar la situación en Gaza como “una vergüenza para toda la humanidad”.