El Departamento de Estado de Estados Unidos ha anunciado este miércoles su intención de “revocar enérgicamente los visados de estudiantes” de nacionalidad china, apenas una semana después de que las autoridades de Pekín hayan condenado la “politización” de la educación por parte de Washington, que recientemente ha prohibido a la Universidad de Harvard admitir a estudiantes extranjeros.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, ha asegurado en un comunicado que su cartera “colaborará con el Departamento de Seguridad Nacional para revocar enérgicamente los visados de estudiantes chinos, incluyendo a aquellos con vínculos con el Partido Comunista Chino o que estudien en ámbitos críticos”, si bien no ha precisado cuáles son estos campos de estudio.
Asimismo, Rubio ha señalado que revisarán “los criterios” para mejorar “el escrutinio de todas las futuras solicitudes de visado de la República Popular China y Hong Kong”, como parte de las políticas de la Casa Blanca que “dan prioridad a Estados Unidos y no a China”.
Las medidas anunciadas por el secretario de Estado llegan días después de que las autoridades del gigante asiático se hayan opuesto “a cualquier politización de la cooperación en materia de educación”, una vez que la Administración del presidente Donald Trump ha prohibido a la Universidad de Harvard admitir a estudiantes extranjeros durante el curso académico 2025-2026, tras las protestas propalestinas registradas en su campus contra la ofensiva de Israel sobre la Franja de Gaza.
El Gobierno de China ha expresado este jueves su “firme oposición” al plan de Estados Unidos para revocar los visados y ha manifestado a Washington que la puesta en marcha de esta política “dañará aún más la imagen internacional y la credibilidad” del país norteamericano.
La portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, ha sostenido que Estados Unidos “usa la ideología y la seguridad nacional como una excusa para cancelar sin motivo los visados de estudiantes chinos, algo que dañaría gravemente los derechos legítimos e intereses de estas personas e interferiría en los intercambios culturales normales entre ambos países”.
“China se opone a esto firmemente y ha presentado una queja a la parte estadounidense”, ha señalado, antes de reiterar que “esta política discriminatoria demuestra la mentira de la llamada ‘libertad y apertura’ que Estados Unidos defiende”, según ha recogido el diario chino The Paper.