Dos aviones de combate F-16 venezolanos sobrevolaron uno de los buques estadounidenses ubicados en el Caribe este jueves en lo que el Departamento de Defensa ha descrito como una “demostración de fuerza”. En una publicación de X, el Pentágono confirmó los reportes de varios medios locales. “Esta maniobra altamente provocadora fue diseñada para interferir con nuestras operaciones en contra del narcoterrorismo”, dice el comunicado. “Se le recomienda fuertemente al cartel que gobierna Venezuela que no persiga ningún esfuerzo por obstruir, disuadir o interferir en operaciones antinarcoticos y antiterrorismo llevadas a cabo por las fuerzas armadas estadounidenses”.
El buque USS Jason Dunham, que fue el blanco de la maniobra, es un destructor lanzamisiles guiados Aegis y forma parte de la flotilla enviada por Estados Unidos a la región en las últimas semanas para, de acuerdo a las autoridades estadounidenses, atacar organizaciones criminales. El despliegue ha elevado la tensión con el régimen chavista de Nicolás Maduro, quien es acusado por Estados Unidos de liderar un cartel de narcotráfico.
No está claro qué acciones tomó el buque Dunham en respuesta al vuelo de los aviones de combate, que es la última escalada en un enfrentamiento que ha aumentado la presión sobre Venezuela como nunca. Especialmente después del ataque estadounidense de este martes a una lancha, presuntamente cargada de droga, que había zarpado de Venezuela. Ninguno de los 11 tripulantes a bordo, acusados de pertenecer a la banda Tren de Aragua, sobrevivió lo que parece ser el impacto de un misil, de acuerdo a las imágenes difundidas por las autoridades de Estados Unidos.
Ante la movilización estadounidense, Venezuela ya había desplegado tropas en la frontera y llamado al alistamiento de milicianos y venezolanos para enfrentar una hipotética incursión militar extranjera. Y este lunes en una rueda de prensa con medios internacionales el presidente Maduro advirtió: “Si Venezuela resulta agredida, nos declararíamos en lucha armada y República en armas”.