La líder opositora ruandesa Victoire Ingabire ha sido detenida este viernes en Kigali acusada de los delitos de creación de un grupo de malhechores y planificación de acciones destinadas a provocar disturbios en la población, según informó este viernes la Oficina de Investigación de Ruanda (RIB, por sus siglas en inglés). La política y activista, muy conocida en todo el mundo por ser una de las voces más críticas contra el régimen autoritario de Paul Kagame y que ya estuvo encarcelada entre 2010 y 2018, ha sido trasladada a la comisaría de Remera, en la capital ruandesa, donde quedó a disposición de la Fiscalía que investiga el caso.
Ingabire, de 56 años, comparareció el jueves ante un juez en Kigali durante el juicio contra nueve personas acusadas de hacer circular el libro Cómo derribar a un dictador cuando estás solo, muy pequeño y desarmado, del activista serbio Srdja Popovic, considerado uno de los artífices de la caída de Slobodan Milosevic, en el que detalla métodos pacíficos para resistir frente al autoritarismo. Ocho de los nueve acusados son miembros del partido opositor no reconocido por las autoridades Dalfa-Umurinzi, que lidera Ingabire, mientras que el noveno es el periodista independiente Théoneste Nsengimana. Tras su intervención, el juez decidió abrir una investigación para dilucidar si debía incluirla entre los acusados, ordenando su detención.
“Para nosotros se trata de la continuación de un largo proceso de intimidación y acoso político contra Victoire y quienes la apoyan”, ha dicho a Reuters Iain Edwards, uno de los abogados internacionales de la opositora. “Es una manera de silenciarla y de mandar un aviso a quienes se atrevan a expresarse contra el Gobierno”, ha agregado. “En Ruanda siempre tenemos miedo por la vida de los opositores políticos. En lo que a mí respecta, temo por la suya”.
En sesiones previas del juicio, la Fiscalía había tratado de probar que los nueve acusados conspiraron para derrocar al Gobierno siguiendo las órdenes de Ingabire. La acusación se basa en las grabaciones hechas por un infiltrado. Los procesados admitieron que compartieron el citado libro, que contactaron con su autor y que abrieron una reflexión acerca de la participación política por métodos no violentos, pero sostuvieron que eso no incluía en ningún caso la intención de actuar contra los gobernantes.
Ingabire encarna la resistencia interna frente a Kagame, quien gobierna en Ruanda desde hace 30 años y aplica políticas muy represivas contra quienes se atreven a plantarle cara. Tras una prolongada militancia opositora en el exterior, regresó a su país en 2010 y pronunció un famoso discurso en el que pidió que todos los responsables de genocidio y crímenes de guerra fueran llevados ante la justicia, cometidos tanto contra miembros de la etnia tutsi como hutu. El Gobierno ruandés consideró estas palabras como revisionistas y la detuvo acusada de formar parte de una organización terrorista. Condenada a 15 años de prisión, obtuvo la libertad en 2018 tras un indulto presidencial.
Desde entonces, Ingabire no ha cesado de denunciar las prácticas dictatoriales del régimen ruandés. En 2024, trató de presentarse a las elecciones presidenciales, pero la justicia dictaminó que la gracia que le fue concedida en 2018 no la habilitaba para ello. Dichos comicios, celebrados hace 11 meses, otorgaron la victoria a Kagame con un 99,18% de los votos. En los últimos meses, soldados ruandeses han penetrado en la vecina República Democrática del Congo en apoyo del grupo rebelde congolés M23 y han participado en la toma de las ciudades de Goma y Bukavu, lo que ha intensificado la crisis entre ambos países. Las negociaciones para un acuerdo de paz que se están llevando a cabo en Doha y Estados Unidos están muy avanzadas.