Nueva York ha sido escenario en la tarde de este lunes de una escena que parecía sacada del rodaje de una película de acción. Pero no era un rodaje, sino la pura realidad, y el despliegue de policías en busca del sospechoso que disparó y mató a un agente e hirió al menos a dos particulares en un edificio de oficinas de Manhattan, no tuvo nada de ficción. El suceso, que se prolongó durante algo menos de dos horas desde que se oyeron los primeros disparos hasta el hallazgo del cuerpo sin vida del tirador, provocó escenas de pánico, con decenas de oficinistas saliendo a carreras del edificio o con los brazos en alto, mientras un cordón de coches policiales hacía girar sus señales luminosas. La zona fue cortada al tráfico.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha comparecido esta noche para informar de lo sucedido junto a la responsable del Departamento de Policía de la ciudad, acompañados por el fiscal de distrito de Manhattan y un largo número de oficiales de las fuerzas del orden y del Departamento de Seguridad Nacional. La rueda de prensa ha tenido lugar en el hospital al que han sido trasladados los heridos.
La comisionada del Departamento de Policía, Jessica Tish, ha confirmado los peores presagios: el tiroteo ha dejado cuatro muertos, incluido el policía. Según el relato de Tish, un BMW negro se detuvo y de él salió un hombre con un rifle M4 que caminó hacia el edificio. Inmediatamente disparó al oficial del policía y contra el vestíbulo y se dirigió al ascensor. Subió hasta el piso 33º y anduvo hasta la oficina de la firma inmobiliaria que es propietaria del edificio, donde disparó a otro hombre antes de suicidarse.
Las víctimas mortales son el oficial de policía Didarul Islam, de 36 años, casado y padre de dos hijos y un tercero en camino, y que estaba adscrito a una comisaría del Bronx; otro hombre y dos mujeres, incluida una que fue hallada muerta en el piso 33º, según la comisionada de Policía. “Murió como un héroe”, ha dicho Adams del agente; “estaba haciendo el trabajo que le habíamos encomendado que hiciera”.
Según informó Tish, Islam era uno de los dos oficiales que trabajaban como guardas de seguridad en el edificio, gracias a un tipo de contratación que permite a las empresas emplear a agentes de policía de la ciudad para reforzar la seguridad de sus instalaciones.
Aunque en las primeras horas hubo versiones contradictorias sobre el número de víctimas mortales, la confirmación de que han sido cuatro los muertos hace del suceso de este lunes el tiroteo masivo número 254 en Estados Unidos en lo que va de año, según datos de la ONG Gun Violence Archive, que documenta la violencia por armas de fuego. La definición estándar de tiroteo masivo es aquel en el que resultan muertas o heridas al menos cuatro personas, excluido el atacante.
El incidente se produjo en un gigantesco edificio que ocupa toda una manzana en el Midtown; tan grande, que es uno de los 41 edificios de Nueva York que tienen su propio código postal, según la CNN. Es sede de la liga nacional de fútbol americano (NFL, en sus siglas inglesas) y de varias firmas financieras importantes, como KPMG y Deutsche Bank, además de las del gigante Blackstone, el fondo de cobertura más grande del mundo. En el rascacielos tiene también sus oficinas el consulado de Irlanda.
El sospechoso, un afroamericano identificado como Shane Tamura, tenía una licencia, expedida en Las Vegas, para llevar una pistola oculta, un permiso de portación de armas parecido al de las restrictivas leyes del Estado de Nueva York que fueron revocadas por una sentencia del Supremo en 2022. Según fuentes consultadas por la CNN, el hombre, de 27 años, tenía una licencia de investigador privado que había expirado.
Tamura no tenía antecedentes penales importantes, según la CNN. El presunto pistolero, que se cree que actuó solo, nació en Hawái pero luego se mudó a Nevada, de donde eran las matrículas del coche que la policía halló ante el inmueble. En su juventud, fue un jugador de fútbol semiprofesional.
Imágenes que circulan en las redes sociales, y que han sido posteriormente confirmadas, muestran al hombre vestido con un chaleco antibalas y un arma tipo rifle semiautomático entrando sobre las seis de la tarde en el número 345 de Park Avenue, un rascacielos de 44 pisos a escasa distancia del turístico Central Park, el pulmón verde de la ciudad. El diario sensacionalista New York Post confirmó la descripción del sospechoso, citando fuentes policiales anónimas.
La policía emitió una alerta que pedía a automovilistas y peatones que evitaran el área. También lo hizo el alcalde Adams, con un mensaje en las redes sociales: “Se investiga la presencia de un tirador activo en Midtown ahora mismo”. Imágenes de los medios de comunicación mostraron un gran despliegue policial en los alrededores. El FBI dijo que agentes de su oficina local también estaban dirigiéndose al lugar para brindar apoyo a la policía.
Zohran Mamdani, el candidato demócrata a la alcaldía de la ciudad de Nueva York, publicó en las redes sociales un mensaje en el que afirma sentirse “desconsolado al enterarse del horrible tiroteo”. “En mis pensamientos tengo a las víctimas, a sus familias y al oficial de policía de Nueva York en estado crítico [murió poco después]. Agradecido a todos nuestros socorristas en el terreno”. Algunos usuarios de las redes sociales recordaron con acritud al favorito para hacerse con la alcaldía en noviembre sus antiguos mensajes a favor de “desfinanciar” a la policía, un movimiento que caló entre los demócratas tras la muerte de George Floyd en Minneapolis en 2020 a manos de un policía.
El tiroteo ha tenido lugar en una zona especialmente concurrida de Manhattan, que estos días está atestado de turistas extranjeros pese a temperaturas propias del infierno. Está a pocas manzanas de la Grand Central Station y el Museo de Arte Moderno (MoMa), además del popular Central Park. El edificio también está cerca del Rockefeller Center y su mirador-observatorio.
