Publicado
Los organizadores de Eurovisión han anunciado que un total de 35 países participarán en mayo en el mayor acontecimiento musical televisado en directo del mundo. Esta cifra representa el menor número de candidaturas desde 2003, cuando se amplió la participación, ahora que cinco cadenas nacionales, España, Irlanda, Países Bajos, Eslovenia e Islandia, se han retirado por el mantenimiento de la participación de Israel.
Estas naciones argumentan que la participación sería “inconcebible” dadas las víctimas civiles en Gaza, derivadas de la respuesta de Israel al ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023. No cabe duda de que, a pesar del lema “Unidos por la música”, las tensiones diplomáticas y los boicots ensombrecerán el certamen del próximo año.
Ahora, la cadena pública austriaca ‘ORF’, anfitriona del próximo Festival de Eurovisión, ha respondido a las protestas confirmando que no prohibirá la bandera palestina entre el público ni censurará los abucheos dirigidos a la actuación de Israel.
El productor ejecutivo del espectáculo, Michael Kroen, declaró que todas las banderas oficiales están permitidas. “Permitiremos todas las banderas oficiales que existan en el mundo, si cumplen la ley y están en una forma determinada, tamaño, riesgos de seguridad, etc.”, dijo Kroen, añadiendo: “No endulzaremos nada ni evitaremos mostrar lo que ocurre, porque nuestra tarea es mostrar las cosas tal como son”.
Stefanie Groiss-Horowitz, directora de programación de la ‘ORF’, confirmó que no se censurará ni ahogará el sonido de los abucheos del público, una práctica observada durante la actuación de Israel en el concurso de este año. “No pondremos aplausos artificiales en ningún momento”, afirmó.
Queda mucho para mayo, y el 70 aniversario de Eurovisión promete ser uno de los más divisivos hasta la fecha. Recientemente, los ganadores suizos e irlandeses de Eurovisión, Nemo y Charlie McGettigan, han anunciado sus planes de devolver sus trofeos de ganadores en protesta por la participación de Israel.
Nemo, que ganó Eurovisión el año pasado, dijo en un comunicado: “Eurovisión representa la unidad, la inclusión y la dignidad para todos. Esos valores hicieron que este concurso tuviera sentido para mí. Pero la participación continuada de Israel, durante lo que la Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU ha concluido que es un genocidio, muestra un claro conflicto entre esos ideales y las decisiones tomadas por la UER”.
Nemo añadió que cuando los países se retiran, “debería quedar claro que algo va profundamente mal”. En cuanto a McGettigan, que ganó el concurso con el también cantante irlandés Paul Harrington en 1994, dijo que Nemo se había puesto en contacto con él para explicarle su decisión de devolver el trofeo de 2024.
“Se mostraron sinceros y muy inteligentes y expusieron muy bien su caso, por lo que, en apoyo de Nemo, me gustaría devolver también mi trofeo a la UER”, dijo McGettigan. “Por desgracia, nuestra victoria se remonta a 1994 y no puedo poner mis manos en el trofeo que recibimos entonces, pero si lo encuentro, devolveré mi trofeo también”. La próxima edición de Eurovisión se celebrará en Viena el 16 de mayo de 2026.
