Alemania aumentará en solo cuatro años su gasto en defensa hasta el 3,5% del producto interior bruto (PIB), lo que implicará también un incremento significativo de la deuda, según los planes presupuestarios presentados este martes por el ministro de Finanzas, Lars Klingbeil.
El Gobierno alemán, liderado por el democristiano Friedrich Merz en coalición con los socialdemócratas, ha acordado aumentar el gasto en defensa gradualmente hasta 2029 y ya este año prevé alcanzar el 2,4%, según el proyecto de presupuestos para 2025. El Ejecutivo prevé que el gasto militar alcance en 2029 los 153.000 millones de euros, el triple del que tenía Alemania cinco años antes.
Para el canciller alemán no se trata de invertir más para complacer a Estados Unidos y su presidente, Donald Trump, que exige un 5% del PIB en gasto militar que se debate este martes y miércoles en la cumbre de la OTAN en La Haya. Merz ha argumentado que el aumento alemán de la inversión se debe a que “Rusia, sobre todo, amenaza de forma activa y agresiva la seguridad y libertad de todo el espacio euroatlántico. ”Porque tememos que Rusia continúe la guerra más allá de Ucrania”, ha enfatizado.
“Compartimos la convicción de que debemos ser tan fuertes juntos que nadie se atreva a atacarnos. Por eso nos encontramos en una situación histórica. En esta situación, Alemania también debe asumir su responsabilidad, y eso es lo que estamos haciendo”, ha afirmado este martes Merz en la declaración de Gobierno en el Parlamento alemán previa a la cumbre de la OTAN, que ha calificado de “histórica”.
De esta manera, el líder conservador ha dejado claro que Alemania cumplirá con los objetivos acordados por la OTAN. “Convertiremos al ejército alemán en el ejército convencional más fuerte de Europa, tal y como esperan con razón nuestros socios, dado nuestro tamaño, nuestra capacidad y nuestra ubicación geográfica”, ha destacado.
Para conseguirlo, la Unión Cristianodemócrata (CDU), con su partido hermano bávaro de la Unión Cristianosocial (CSU), y el Partido Socialdemócrata (SPD), han acordado para este año un gasto total de 503.000 millones de euros. De esta cantidad, 62.400 millones de euros se destinarán a defensa, lo que supone más de 10.000 millones de euros más que el año anterior. Para 2029, esta cifra aumentará hasta los 153.000 millones de euros. Esto supondrá casi triplicar el presupuesto previsto en 2024. La cuota del gasto en defensa con respecto al rendimiento económico aumentará así gradualmente del 2,4% del PIB en 2025 al 3,5% en 2029.
“Apostamos por una OTAN fuerte y demostramos que somos un socio fiable”, ha declarado, por su parte, el ministro Klingbeil durante la presentación de los presupuestos. “Y la cumbre de la OTAN de los próximos días mostrará claramente lo que se necesita para fortalecer la Alianza, proteger nuestra seguridad y lo que hay que invertir en defensa para ser capaces de disuadir y defendernos. Ya tenemos una idea clara de lo que será necesario y estamos creando la seguridad de planificación necesaria en el presupuesto”.
El ministro ha resaltado que no se trata solo de invertir más dinero en el ejército y en el ámbito militar, sino también de actuar de forma mucho más coordinada y unida a nivel europeo, por ejemplo, en materia de adquisición, investigación y desarrollo. “Y el ejército alemán ya tendrá este año 10.000 puestos adicionales para soldados, lo que también es una clara señal de que queremos reforzar las tropas”, ha detallado el político socialdemócrata.
Estos planes implican que Alemania aumentará claramente su deuda pública, ahora situada en unos 2,5 billones de euros. El nuevo gasto en defensa incrementará esa deuda este año en 81.800 millones de euros; en 2029, según los objetivos, el incremento será de 126.100 millones. A estas cifras se suman los créditos especiales del fondo aprobado en marzo para infraestructuras e inversiones en medio ambiente, que generarán una deuda de 59.400 millones de euros en 2029.
La presentación de estos planes llega ante una cumbre de la OTAN que prevé aprobar un aumento del gasto en defensa de los socios hasta el 5% del PIB ―desglosado en un 3,5% para inversión militar y un 1,5% para infraestructuras de todo tipo con uso para la defensa―. Hasta ahora, el objetivo era un 2%, pero Estados Unidos lleva tiempo reclamando el incremento.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha calificado el compromiso alemán de “señal extremadamente importante” que, con suerte, seguirán otras naciones. En su opinión, solo así será posible que la OTAN vuelva a ser lo suficientemente fuerte como para disuadir.
