Europa puede competir a la escala de Estados Unidos, siempre que integre más su mercado común y complete urgentemente la legislación pendiente, declaró la comisaria de Servicios Financieros de la Unión Europea, Maria Luís Albuquerque, en el programa de entrevistas estrella de ‘Euronews’ The Europe Conversation.
Albuquerque reconoció que jurisdicciones rivales como Estados Unidos han logrado atraer capital y financiación europeos que, de otro modo, permanecerían en la UE si las normas fueran más sencillas para las empresas y los inversores.
Aun así, insistió en que un nuevo impulso para simplificar la regulación e integrar el mercado único, desde las grandes finanzas hasta los ahorradores, puede revertir esa situación.
“En estos momentos, hay mucho dinero en el mundo buscando un lugar donde instalarse. Si nos aplicamos, podemos convertir Europa en el lugar ideal”, declaró a Euronews. “Tanto si se quiere operar a escala regional, nacional o paneuropea, aquí se puede encontrar un sitio”.
Desde su reelección el año pasado, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha situado la recuperación de la competitividad en el centro de su mandato, con un enfoque en la reducción de la burocracia, la eliminación de barreras internas en el mercado europeo y la reversión de una normativa excesiva.
Aunque los críticos sostienen que el Ejecutivo comunitario está deshaciendo su propio trabajo y generando confusión mediante políticas erráticas, la Comisión defiende el impulso a la simplificación como una necesidad estratégica para seguir siendo relevante en un mundo donde la competencia es despiadada.
Aun así, la comisario Albuquerque admitió que cada año, el equivalente a 300.000 millones de euros en dinero europeo sale del viejo continente hacia Estados Unidos, donde la normativa es percibida como más acomodaticia por los inversores y el capital riesgo para las empresas es más accesible. “Una parte de ese dinero, si hubiera buenas oportunidades de inversión, se quedaría aquí”, afirmó.
El objetivo de la UE, explicó, es revertir esa tendencia construyendo su propia unión de los mercados de capitales.
“Si anclamos las expectativas y empezamos a cumplirlas, estoy convencida de que habrá más dinero que se plantee venir a Europa”, afirmó. “Todavía necesitamos dinamismo en el mercado”.
Lograr la unión de los mercados de capitales de la UE
Las discusiones al respecto entre los 27 Estados miembros se han prolongado durante casi una década y han dado lugar a muy pocos avances, debido a intereses nacionales contrapuestos, normativas obsoletas y distintas culturas de inversión entre países.
Sin embargo, la cuestión ha llegado a las altas esferas de la toma de decisiones europea. El pasado mes de octubre, el canciller alemán Friedrich Merz hizo un llamamiento en favor de “unos mercados de capitales europeos más profundos y atractivos y una mayor consolidación en el sector de las infraestructuras de mercado, lo que en última instancia beneficiaría a las empresas europeas”.
Albuquerque se hizo eco de este llamamiento y sugirió que el impulso ha aumentado lo suficiente como para sellar un acuerdo en 2026, aunque sigan existiendo obstáculos. Aunque se trata de una cuestión técnica, también es profundamente política.
“Es posible mantener un debato y alcanzar un acuerdo en el plazo de un año”, declaró a ‘Euronews’. “Necesitamos que nuestros colegisladores compartan el mismo sentido de urgencia y nivel de ambición”.
“Es un paquete amplio, pero el reto no reside en el número de piezas legislativas. Se trata de la voluntad política que estemos dispuestos a poner sobre la mesa”, añadió.
Según Euronext, el operador de mercado paneuropeo, una mayor integración de los mercados de capitales podría liberar todo el potencial de los 13 billones de euros en ahorro privado de la Unión Europea. También impulsaría la financiación de las empresas, que a menudo abandonan Europa rumbo a Wall Street en busca de expansión, además de reducir los costes normativos y de cumplimiento.
“Todos somos draghianos” en la Comisión Europea
Entre los partidarios de este movimiento se encuentra Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo, autor de un influyente informe publicado el año pasado en el que sostenía que las barreras internas tienen un impacto tan perjudicial para la UE como las externas.
En dicho informe, el italiano lamentaba que los “mercados de capitales europeos sigan fragmentados y los flujos de ahorro hacia los mercados de capitales sean inferiores” en comparación con sus homólogos.
Albuquerque afirmó que el Ejecutivo utiliza el informe como una “brújula”, y que sus recomendaciones no pasan desapercibidas para la Comisión. “Todos somos draghianos”, dijo.
Contar con el aval de Draghi es importante, ya que su voz es una de las que más peso tiene en Europa. Sus discursos son seguidos de cerca por los jefes de Estado, ampliamente leídos en los círculos diplomáticos de Bruselas, en las capitales y en la Comisión Europea.
