
La comunidad portuguesa en Venezuela vive con “cierta inquietud” las últimas tensiones entre el país y Estados Unidos. Lo mismo piensan los ciudadanos venezolanos que han elegido Portugal como lugar de residencia. Ambas partes declararon a ‘Euronews’ que los últimos acontecimientos han repercutido en quienes desean visitar a su familia en Navidad, debido a la reducción del número de vuelos de conexión.
La situación entre Washington y Caracas, sin embargo, sigue siendo incierta. En los últimos días, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha elogiado sucesivamente los ataques llevados a cabo por sus fuerzas armadas contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes, como parte de una lucha contra esta práctica criminal a la que su administración ha dado prioridad.
Pero el mandatario estadounidense llegó a sugerir que Washington podría no detenerse ahí e incluso llevar a cabo una ofensiva terrestre en el futuro, lo que ha puesto en alerta al régimen venezolano. Un régimen al que parece querer poner fin el propio Donald Trump, que ya ha afirmado que los días de Nicolás Maduro en el poder “están contados”.
Los asuntos han sido seguidos de cerca por la comunidad portuguesa en Venezuela y por los venezolanos residentes en Portugal, que ven con preocupación los últimos acontecimientos en las relaciones entre Caracas y Washington .
Una comunidad “acostumbrada a situaciones anormales”
En una semana en la que Washington ha reanudado sus ataques a buques sospechosos de narcotráfico e incluso ha incautado un petrolero que navegaba frente a las costas venezolanas, Fernando Campos, consejero de la comunidad portuguesa en el país, ha revelado que sí existe “cierta inquietud” entre estos ciudadanos. Según datos de los consulados portugueses en Caracas y Valencia, citados por la agencia de noticias Lusa en 2024, ese año vivían en Venezuela unos 600.000 portugueses y lusodescendientes.
Sin embargo, declaró a ‘Euronews’ que la “preocupación” sentida no ha motivado a estos ciudadanos de origen portugués a presentarse “en el consulado o embajada” para obtener ayuda para “salir del país”. Sólo en la “situación de un ataque militar directo”, una “invasión terrestre” o posibles bombardeos sentirían la necesidad de “buscar protección”, dijo el consejero, que vive en Venezuela desde hace 46 años.
También porque, subrayó, esta comunidad “lleva muchos años acostumbrada a situaciones anómalas “, que acaban adquiriendo cierto carácter de normalidad en sus vidas en el país.
En cuanto a si la comunidad portuguesa en Caracas espera que las tensiones aumenten hasta el punto de una invasión militar, Fernando Campos señaló que, desde su percepción, “la mayoría cree que eso no va a ocurrir”. Aunque esto es algo incierto, ya que el presidente Donald Trump “es un hombre que parece bipolar, a veces dice una cosa, a veces dice otra, nunca se sabe realmente lo que puede pasar”.
“Lo que hay es una actitud de provocación (por parte de Estados Unidos) para intentar cometer algunos errores”, añadió, aclarando: “Si hay un ataque a un avión americano, o algo así, los americanos ya podrían tener un motivo (…). Pero decir que va a haber una operación, personalmente no lo creo”.
“Los venezolanos tienen el corazón en un puño todos los días”
Pero la comunidad venezolana en Portugal también está “preocupada” por la situación actual en su país de origen. Christian Höhn, presidente y fundador de la asociación Venexos, que presta asistencia a los venezolanos residentes en Portugal, una comunidad de unas 35.000 personas, declaró a ‘Euronews’.
“Creo que la expresión correcta es que los venezolanos tienen el corazón en un puño todos los días. Siguen con sus vidas porque no pueden parar (…), pero no saben si de repente puede pasar algo”. Sin embargo, en términos concretos, dijo que una invasión terrestre por parte de fuerzas estadounidenses es algo “que podría ocurrir”, pero que los venezolanos no quieren que se materialice. “Si un gran número de soldados entra (en el país), habrá sangre”.
Christian Höhn también denunció el control de la información por parte de las autoridades venezolanas. “Hay gente que está en los suburbios (los llamados barrios), que no entienden nada (de la situación), y lo que se les dice es que el imperialismo va camino de conquistarlos, y que quieren el petróleo y sus riquezas. Pero las clases medias, que tienen acceso a los medios de comunicación internacionales, saben la verdad”.
Acceso de los civiles a las armas
Christian Höhn, de Venexos, recordó también que desde la época del ex presidente Hugo Chávez, pero también con el actual liderazgo, el “régimen venezolano ha comprado muchas armas a Rusia y China”. Por ello, dijo, ha “armado a las favelas”, como informaron varios medios internacionales, y pidió a las milicias que estén preparadas para responder a posibles amenazas, en particular de Estados Unidos.
Por eso también es actualmente “muy fácil” acceder a las armas en el país. “Calculamos que hay seis millones, seis millones y medio de venezolanos armados en este momento”, estimó Christian Höhn.
Pero si entran en territorio venezolano “20.000 soldados estadounidenses”, que “podrían estar brutalmente armados con las últimas tecnologías de guerra”, los números nunca estarán a favor de Caracas , dijo.
Sobre el posible estado de preparación de Venezuela para responder a una eventual arremetida estadounidense, Fernando Campos también consideró que, aunque las fuerzas armadas nacionales han adquirido “algunas armas un poco más actualizadas”, a su juicio el país “no tiene capacidad militar para enfrentar a nadie”.
Esto, incluso teniendo en cuenta que, según se informó en septiembre, Nicolás Maduro ordenó el entrenamiento militar de civiles, mediante la creación de milicias armadas comunitarias, como parte de la defensa del país ante la amenaza estadounidense.
Pero en opinión del consejero de la comunidad portuguesa en Venezuela, todo esto no es más que “propaganda barata”. “No pueden armar a gente que no tiene formación militar alguna”.
Pero este asunto ya no es nuevo, y de hecho se remonta a la época en que Hugo Chávez propuso “crear un cuerpo civil alternativo para la defensa del Estado”.
La Comunidad quiere un cambio de régimen
A principios de diciembre, cuatro fuentes familiarizadas con las recientes conversaciones entre los líderes de Estados Unidos y Venezuela dijeron a Reuters que Nicolás Maduro había indicado a Trump que estaba dispuesto a abandonar Venezuela. Eso sí, siempre que se cumplieran ciertas condiciones: que se le concediera una amnistía a él y a su familia; que se levantaran las sanciones impuestas por Washington y que se retirara la causa contra su Gobierno en la Corte Penal Internacional.
Preguntado por esta supuesta posibilidad de entendimiento, el consejero de la comunidad portuguesa en Caracas explicó que, “al igual (que ocurre ) en la sociedad venezolana”, la “mayoría” de los portugueses en el país desearía la caída del actual régimen.
“No hay duda de que la gran mayoría estaría satisfecha con un cambio de régimen”, dijo Fernando Campos a ‘Euronews’, con la perspectiva de “oportunidades” más sustanciales para los ciudadanos de “seguir trabajando y mejorar (su) calidad de vida”.
No obstante, también señaló la existencia de un cierto grupo de “personas ciertamente radicalizadas”. Y que, por tanto, quedan fuera de esta norma.
Christian Höhn, que representa a los venezolanos en Portugal, también explicó que se ve con buenos ojos un cambio de régimen en el país. Aunque sea un compromiso necesario para que Washington abandone los planes que pueda tener de una invasión terrestre.
“Queremos un cambio. Obviamente, queremos que Maduro pague por sus crímenes”, argumentó, en referencia a las violaciones cometidas por el Gobierno durante y después de las elecciones presidenciales de julio de 2024, que, según la misión internacional independiente de la ONU en Venezuela, incluyeron “detenciones arbitrarias, torturas, desapariciones forzadas a corto plazo y violencia sexual”.
Dificultades para viajar al extranjero durante las fiestas
El representante de la comunidad portuguesa en Venezuela declaró a ‘Euronews’ que una de las principales consecuencias de los últimos acontecimientos es la posibilidad de viajar fuera del país.
En una época del año en la que muchos de estos ciudadanos optan por venir a pasar las Navidades a Portugal con sus familias, lo cierto es que “la gente está muy limitada” y, en muchos casos, ni siquiera podrá hacerlo.
Esto se debe a que, en un primer momento, la Administración Federal de Aviación estadounidense (FAA) advirtió a las principales aerolíneas de una “situación potencialmente peligrosa” en la región, resintiéndose la oferta de vuelos. Después, Nicolás Maduro optó por revocar las licencias de operación de varias aerolíneas europeas, como TAP e Iberia. Finalmente, Washington ordenó el cierre del espacio aéreo venezolano.
Fernando Campos mencionó que, ante un escenario de esta naturaleza, “sólo la gente que tiene buenos billetes”, sobre todo los de clase alta, es capaz de sortear esta situación.
Porque, en la actualidad, aunque “hay alternativas” -como volar en “servicios fletados”, por ejemplo, con escalas en países como “Colombia o Curaçau”-, éstas acaban siendo “muy caras”. Por lo tanto, para “las personas más limitadas económicamente, que son la gran mayoría (…)”, nunca serán soluciones viables.
El representante de la asociación Venexos denuncia una situación similar. Además de los varios casos de personas que “están en Venezuela y venían aquí (territorio portugués) a pasar la Navidad”, los efectos también los están sufriendo “venezolanos que están aquí” y que pretendían viajar durante estas fiestas.
Como consecuencia, añadió, muchos venezolanos están teniendo que revisar sus planes debido a los costes asociados a la reserva de un nuevo viaje. “Normalmente, los venezolanos compran sus billetes con seis o siete meses de antelación. De Lisboa a Caracas, son entre 700 y 900 euros. Pero comprando ahora serían 1.500 euros”.
Una situación económica muy delicada en Venezuela
De esta forma, y a pesar de las recurrentes amenazas de la administración Trump, “la gente sigue viviendo con normalidad” y tiene que lidiar con “las dificultades normales” del día a día. Esto en un país que actualmente tiene una “situación económica” que “está haciendo muy difícil la vida de la gente, desde el punto de vista del consumo” y de la creación de “riqueza”, recordó Fernando Campos.
Y profundizó en la realidad concreta de los ciudadanos de origen portugués que viven actualmente en el país: “La gran mayoría de los portugueses (…) están actualmente inyectando dinero, trayendo dinero del extranjero, para mantener sus negocios abiertos, a la espera de mejores oportunidades”.
De hecho, según cifras recientes de Human Rights Watch, alrededor de ocho millones de venezolanos han abandonado el país desde 2014, con más de 20 millones de ciudadanos “en situación de pobreza multidimensional, sin acceso adecuado a bienes y servicios esenciales, incluidos alimentos y medicinas”.
El representante también culpó al actual régimen, encabezado por el presidente Nicolás Maduro, de “capitalizar esta situación” para “justificar los errores” cometidos por las autoridades “y el mal que se vive en el país”. Esto es algo que viene ocurriendo “desde hace varios años”.
“La culpa es de los estadounidenses, la culpa es del bloqueo… Hemos visto esto en el pasado. Lo hemos visto durante 60 años en Cuba y en otros lugares. Así que intentan sacar provecho de esto, para decir que no hay comida, o que no hay dinero, por culpa del bloqueo y de los americanos”. En realidad, según el consejero comunitario portugués, el principal problema es interno y el Gobierno no está tomando medidas para revertir la difícil situación económica y “promover la industrialización del país”.
Aún así, Fernando Campos explicó que hay razones para tener esperanza en el futuro. “Creo sinceramente que el día que cambie la situación política en Venezuela y se tomen las medidas económicas necesarias, el país se recuperará muy rápidamente, porque es un país muy rico”. Sin embargo, a sus 66 años, dijo que no ve que algo similar vaya a ocurrir en su generación.
La postura del Gobierno portugués
En declaraciones a ‘Euronews’, Fernando Campos también elogió la postura adoptada por los sucesivos Gobiernos portugueses en el seguimiento de ésta y otras situaciones tensas que han afectado a ciudadanos portugueses en el país. En su opinión, el Gobierno “hace mucho”, en coordinación con las “autoridades consulares y la embajada “, pero “desgraciadamente, no puede hacer más”, ya que se trata también de “ciudadanos venezolanos”.
“Todos los Gobiernos que han pasado (al frente de Portugal), la premisa principal siempre ha sido mantener una buena relación con el Gobierno venezolano, para poder proteger de alguna manera a nuestra comunidad”, que desempeña “un papel importante en la economía de Venezuela”, como uno de los “principales distribuidores de alimentos” del país, desde pequeños minoristas hasta restaurantes.
Fernandos Campos añadió también que “el Estado portugués y los (sucesivos) Gobiernos” de las últimas décadas “siempre se han esforzado por proteger a la comunidad portuguesa” en el país, manteniendo “una buena relación” y estando constantemente “atentos” a los últimos acontecimientos.
Así ha ocurrido, en particular, en el caso de los “lusodescendientes detenidos por motivos políticos”, denunciando “al menos seis casos muy delicados”, sobre los que, según reveló, ha hablado directamente con el Ejecutivo de Lisboa.
No obstante, explicó que “hay que entender” que “el Gobierno portugués tampoco puede hacerlo todo” y, sobre todo, “no puede de ninguna manera sustituir o suplir lo que el Gobierno venezolano no hace por sus ciudadanos” residentes en el país. Y concluyó: “Pagamos impuestos y también tenemos derecho a ser atendidos por el Estado venezolano”.
