
Las dietas vegetarianas o veganas pueden ser saludables para los niños, según una amplia revisión reciente, pero probablemente necesiten alimentos enriquecidos o suplementos para obtener todos los nutrientes que precisan.
Las dietas basadas en plantas también pueden aportar algunos beneficios para la salud de los niños, entre ellos una mejor salud cardiovascular frente a los que comen carne, según el estudio, publicado en ‘Critical Reviews in Food Science and Nutrition’.
Los resultados sugieren que “las dietas vegetarianas y veganas bien planificadas y con la suplementación adecuada pueden cubrir las necesidades nutricionales y respaldar un crecimiento saludable en la infancia”, afirmó Monica Dinu, autora principal del estudio e investigadora de la Universidad de Florencia, en Italia.
Los investigadores señalan que este es el estudio más exhaustivo hasta la fecha sobre dietas vegetales en niños.
Analizaron datos de casi 49.000 niños y adolescentes en 18 países, siguiendo sus hábitos alimentarios, resultados de salud, crecimiento y estado nutricional. Las dietas incluyeron a vegetarianos, que consumen lácteos y huevos pero no carne, pescado ni aves, así como a veganos y omnívoros.
Los niños vegetarianos tendían a consumir más fibra, hierro, folato, vitamina C y magnesio que los omnívoros, pero obtenían menos energía, proteínas, grasas, vitamina B12, vitamina D y zinc.
Había menos evidencia sobre las dietas veganas, pero los patrones eran similares. Según el estudio, los niños veganos presentaban una ingesta de calcio especialmente baja.
Los investigadores apuntan que los niños con dietas basadas en plantas pueden necesitar suplementos o alimentos enriquecidos para evitar carencias de algunos nutrientes clave.
“Cabe destacar que la vitamina B12 no alcanzó niveles adecuados sin suplementación o sin alimentos enriquecidos, y las ingestas de calcio, yodo y zinc se situaron a menudo en la parte baja de los rangos recomendados”, señaló Jeannette Beasley, una de las autoras del estudio y profesora asociada en la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos.
Tanto los niños veganos como los vegetarianos presentaban mejor salud cardiovascular que los que comen carne. Los vegetarianos tendían a ser algo más bajos y delgados, con un índice de masa corporal (IMC), masa grasa y contenido mineral óseo más bajos.
También tenían menos colesterol, incluido el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL), la forma “mala” o “no saludable” de colesterol que puede provocar la acumulación de placa en las arterias.
El estudio tiene algunas limitaciones, por ejemplo, es difícil demostrar si las dietas de los niños causaron directamente las diferencias en sus resultados de salud. Las familias que optan por dietas basadas en plantas también pueden diferir de las que comen carne en su situación socioeconómica o en factores de estilo de vida.
Los investigadores recomiendan que los padres planifiquen con cuidado las dietas de sus hijos, por ejemplo, con el apoyo de pediatras y dietistas.
Aseguran que debería haber más orientación oficial para ayudar a las familias con dietas basadas en plantas a garantizar que se cubren las necesidades nutricionales de sus hijos mientras crecen.
“Esperamos que estas conclusiones aporten una guía más clara sobre los beneficios y los posibles riesgos de las dietas basadas en plantas, y que ayuden al creciente número de padres que eligen estas dietas por motivos de salud, éticos o medioambientales”, dijo Dinu.
