La jornada de bloqueo y protestas convocada hoy en Francia ha arrancado con decenas de actos de sabotaje en todo el país, y se saldaba ya a media mañana con 200 detenidos, 132 de ellos en París o alrededores. Poco después de las once, el ministro de Interior, Bruno Retailleau, comparecía para dar las cifras y para ensalzar “la Francia del coraje frente a la Francia del sabotaje”, en referencia a los 80.000 agentes y gendarmes desplegados para tratar de minimizar los bloqueos y que se desborde la violencia. La gendarmería había contabilizado a las once de la mañana unos “7.500 manifestantes” en distintos actos en la capital.
Hay previstas a lo largo del día unas 600 acciones, según el Ministerio del Interior, la mayor parte en París. En la capital, el punto más conflictivo se localizaba en la estación del Norte, la de más tráfico de Europa. Cerca de un millar de manifestantes se han concentrado desde primera hora para tratar de acceder al interior, mientras las fuerzas del orden se lo impedían.
También ha habido bloqueos en varios institutos de la capital y hay manifestaciones previstas a media mañana en varias ciudades, como Marsella, Toulouse o Burdeos. En Rennes se han incendiado algunos vehículos. “La movilización no tiene nada de movilización ciudadana. Ha sido secuestrada y confiscada por el movimiento de extrema izquierda, apoyado por el movimiento de los insumisos”, ha denunciado esta mañana el titular de Interior.
La jornada de bloqueo de hoy se convocó en redes sociales el pasado mes de julio, después de que el ya ex primer ministro, François Bayrou, presentase sus polémicos recortes presupuestarios. Bautizada como “Bloqueemos todo” (Bloquons tout), se inició como movimiento ciudadano. Este martes Bayrou presentó su dimisión y aunque ya hay nuevo primer ministro, la jornada de protesta se ha mantenido, pues aglutina el descontento también hacia el presidente, Emmanuel Macron.
Como el origen no estaba muy claro, al principio algunos sindicatos mostraron sus reticencias a unirse, pero luego se fueron sumando. También partidos de izquierda como La Francia Insumisa, los ecologistas o el partido socialista. Tanto la prefectura de Policía como Interior han insistido en que habrá “cero tolerancia” con los alborotadores y han atribuido el movimiento a la extrema izquierda. Han recalcado estos días que la mayor parte de los ciudadanos, “la sociedad civil”, no se sumará a los actos.
En la jornada de hoy se prevén tres tiempos: los bloqueos o intentos de sabotaje que ya se han producido a primera hora de la mañana; las manifestaciones o concentraciones previstas a mediodía, donde participarán los sindicatos; y, ya por la tarde, los actos dispersos, que es donde las autoridades temen que se produzcan los desbordamientos. El próximo día 18 de septiembre hay otra jornada de protesta, en este caso convocada por las organizaciones sindicales.
El despliegue policial es inédito. Para dar una idea, los 80.000 agentes movilizados son el doble que los que integraron el dispositivo durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París que se celebraron hace un año, en plena alerta antiterrorista.