El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes que ha alcanzado personalmente un acuerdo comercial con Indonesia. “[Se trata de] Un gran pacto para todos (…). Negocié directamente con su respetado presidente [Prabowo Subianto]”. ¡¡¡PRÓXIMAMENTE MÁS DETALLES!!!“, escribió Trump, como acostumbra, en una publicación de Truth, su red social.
Los detalles, no muchos, llegaron un par de horas después. “Pagarán un 19%, y nosotros, nada”, declaró Trump a los reporteros de la Casa Blanca ante de abordar el helicóptero presidencial. “Esto nos va a permitir tener un acceso total a [el comercio de] Indonesia, que, como saben, tiene mucho cobre”.
Al rato, Trump celebró en su Truth el “acuerdo histórico”, que, añadió, incluye la compra por parte de Indonesia de “15.000 millones de dólares en energía estadounidense, 4.500 millones de dólares en productos agrícolas estadounidenses y 50 aviones Boeing, muchos de ellos 777”. “Por primera vez”, escribió el presidente estadounidnense, “nuestros ganaderos, agricultores y pescadores tendrán acceso total al mercado indonesio, que cuenta con más de 280 millones de personas”.
En el reparto de gravámenes a decenas de sus socios comerciales de Trump, que se empeñó en definirlos erróneamente como “recíprocos”, Indonesia se había llevado el pasado 2 de abril un 32%, así que la nueva cifra supone un alivio para el país asiático, que se encuentra entre los 25 principales socios comerciales de Washington.
Una semana después de aquel anuncio que puso patas arriba la economía global, el presidente estadounidense dio una tregua de 90 días que expiraba el pasado 9 de julio, pero que él mismo aplazó hasta el 1 de agosto. Eso fue la semana pasada, tiempo que empleó en mandar cartas a 25 socios comerciales, y a la Unión Europea, en la que les comunicaba con qué arancel les amenazaba para dentro de tres semanas. A Indonesia, la mayor economía del sudeste asiático, le cayó el mismo: un 32%.
La recepción de esa misiva cogió por sorpresa a Airlangga Hartarto, ministro de Economía indonesio, que había negociado intensamente con su contraparte estadounidense en las últimas semanas. En declaraciones a The New York Times, Hartarto reveló que se había enterado como el resto del mundo, en el Truth de Trump, de que la cifra no se había movido pese a sus esfuerzos ya que creía que estaba cerca de alcanzar un pacto.
Yakarta se ha aproximado en los últimos tiempos a los BRICS+, grupo geopolítico del Sur Global al que se incorporó en 2023 y al que el republicano tiene en el punto de mira: ha amenazado a sus socios con un 10% adicional de aranceles.
El presidente Prabowo Subianto fue uno de los mandatarios que asistieron a la cumbre de los BRICS+, organizada la semana pasada por el presidente brasileño, Lula da Silva. El encuentro terminó con un comunicado en el que los países que integran el bloque rechazaron la guerra arancelaria, aunque sin mencionar a Trump. Días después, el republicano castigó a Brasilia con gravámenes del 50%, en represalia por el juicio por golpismo contra del ultraderechista Jair Bolsonaro, amigo del presidente de Estados Unidos. Se enfrenta a 43 años de prisión.
Cuando la Administración de Trump anunció la tregua de los 90 días lo hizo con la promesa de que se alcanzarían “90 acuerdos”. Han pasado 96 días, y de momento solo han llegado, además del de Indonesia, de momento, con muchos flecos por coser, dos pactos comerciales, con el Reino Unido, y con Vietnam, y una tregua para poner fin a la escalada en la guerra comercial recíproca con China.
El caso de Vietnam es especialmente llamativo. Trump anunció hace dos semanas, como este semana, con Yakarta, que Hanói se avenía a quitar todos los aranceles a las exportaciones estadounidenses y a pagar un gravamen universal del 20% y otro del 40% a los productos que vengan de China, haciendo transbordo en Vietnam. De ese acuerdo no ha trascendido ningún documento con detalles por ninguna de las dos partes.
De momento, no consta confirmación por parte de Indonesia con los detalles del pacto con Estados Unidos anunciado por Trump este martes.