La lucha contra el hambre infantil tiene un nuevo hogar en el norte de Texas.
Children’s Hunger Fund (CHF), con sede en California, rompió tierra el mes pasado en una nueva instalación en Prosper, aproximadamente 25 millas al norte de Dallas, donde se estima que eventualmente se distribuirán 100 millones de comidas para niños locales que viven en pobreza.
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La instalación de 85.000 pies cuadrados, que se espera abra en 2026, servirá no solo a la región local sino también para varios estados vecinos, según el presidente fundador de CHF, Dave Philipps.
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La instalación incluirá un centro de voluntarios de 10.000 pies cuadrados, una exhibición de encuentro con la pobreza de 25.000 pies cuadrados, un centro comunitario y espacio de oficinas de 30.000 pies cuadrados, y un espacio de procesamiento y almacenamiento de 20.000 pies cuadrados.
Mientras que la primera fase, que cuesta aproximadamente $7 millones, está completamente financiada, la segunda y tercera fases aún están esperando financiamiento.
Aproximadamente el 14% de los residentes en el norte de Texas viven en pobreza, con aproximadamente el 20% de ellos siendo niños, según CHF.
Desde su fundación en 1991, CHF ha colaborado con iglesias locales y ministerios para impactar positivamente las vidas de más de 380 millones de niños, distribuyendo más de 750 millones de comidas y más de $2 mil millones en regalos en especie.
“Nuestro trabajo en Texas comenzó en 2009, y desde que expandimos al área de Dallas–Fort Worth en 2016, hemos visto el increíble potencial que esta región tiene para impulsar un impacto duradero”, dijo a The Christian Post el Vicepresidente Senior de Children’s Hunger Fund, Michael Richards.
A través de su programa Rethink Mercy, CHF ofrece entrenamiento a iglesias en temas que van “desde la salvación hasta la pobreza hasta el papel de la iglesia en extender compasión a aquellos en necesidad”. El currículo gratuito comprende nueve lecciones, abarcando dos horas de contenido de video, diseñado para que las iglesias compartan y equipen a sus congregaciones.
“En Children’s Hunger Fund, creemos que el cambio significativo comienza con relaciones de confianza. Las iglesias locales son esenciales para esa visión”, dijo Richards. “Nos asociamos con iglesias y líderes ministeriales que están profundamente arraigados en sus comunidades, equipándolos con el entrenamiento, recursos y apoyo que necesitan para servir a familias que enfrentan dificultades con compasión y consistencia”.
Además de proporcionar recursos materiales, Rethink Mercy también aborda lo que CHF llama un “tipo de pobreza aún más preocupante: la pobreza espiritual”. Usando un modelo único de entrega de comida a domicilio, Rethink Mercy conecta la iglesia local con familias en necesidad, lo cual “permite que se formen relaciones” y que el Evangelio sea proclamado, según el sitio web de CHF.
A pesar de los desafíos de la pandemia de coronavirus, CHF vio sus ingresos triplicarse de $49 millones en 2016 a $134 millones en 2022, principalmente a través de contribuciones en especie, según Ministry Watch. La ubicación de Prosper, de hecho, es parte de la iniciativa 2030 de CHF, dirigida a lograr propiedad “libre de deuda” de sus instalaciones de distribución y establecer un modelo de distribución nacional.
CHF cree que la ubicación central de la región, el acceso a las principales autopistas interestatales, y la proximidad al Aeropuerto Internacional Dallas–Fort Worth la convierten en un centro ideal para distribución nacional y global.
“Nuestra nueva instalación aumentará significativamente nuestra capacidad para entregar comidas y esperanza por todo el Sur, Medio Oeste, y más allá”, dijo Richards. “Este nuevo capítulo es sobre más que crecimiento operacional. Es sobre transformación — involucrar nuevas comunidades, inspirar a la próxima generación a vivir con compasión, y compartir el amor de Cristo con familias tanto cercanas como lejanas”.
