Cuando el barco amenaza con hundirse, no todos saben cómo mantenerse a flote. Pero Fernando Alonso no sólo flota: se convierte en un faro que ilumina en la tormenta. En una temporada en la que Aston Martin se derrumbó desde las alturas de la ilusión hasta los sótanos de la parrilla, el piloto asturiano demostró una vez más por qué es uno de los mejores en la historia de la Fórmula 1.
Alonso ha sido el segundo piloto de la parrilla que más porcentaje de puntos ha aportado a su equipo, con un impactante 74,5%, incluso por delante del 74,2% de Verstappen con Checo Pérez. Este dato, que en cualquier otra situación sería un logro digno de celebrarse, adquiere una dimensión especial si miramos el contexto: Aston Martin ha tenido un coche que apenas merecía puntuar. Con frecuencia, el monoplaza verde se posicionó como el séptimo u octavo mejor de la parrilla, y en algunos circuitos ni siquiera llegaba a ese nivel.
Mientras que Lance Stroll sólo pudo sumar 24 puntos,Alonso se las ingenió para arrancarle a su AMR24 la friolera de 70 puntos, en muchos casos desde posiciones imposibles y luchando con coches mucho más competitivos. Gracias a sus actuaciones, Aston logró cerrar el año en un inesperado quinto puesto en el Mundial de Constructores, un resultado clave para las arcas económicas del equipo.
El impacto del asturiano en la escudería británica va mucho más allá de los puntos. En un equipo que parecía perdido, su experiencia, determinación y carácter competitivo marcaron la diferencia. Sin Alonso, Aston Martin no solo habría perdido posiciones en el Mundial de Constructores, sino que probablemente habría terminado el año como una de las grandes decepciones de la parrilla.
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La estadística trampa: Zhou por delante, pero sin mérito real
Alonso se ubica como el segundo piloto más influyente en el reparto de puntos de la temporada, sólo superado por Guanyu Zhou, que aportó el 100% de los puntos de Sauber. Pero esa cifra de Zhou viene con trampa: el Sauber fue claramente el peor coche del año y sólo puntuó en una carrera. Lo de Alonso, en cambio, tiene un mérito superlativo. Hizo lo que parecía imposible y llevó al límite un coche que, en la mayoría de las carreras, no estaba para puntuar.
Ferrari y Mercedes, las alineaciones más equilibradas
Qué importante es en el Gran Circo tener una alineación equilibrada, con dos pilotos de calidad, y Ferrari y Mercedes pueden presumir de ello. Sus dos piloto aportan casi el 50% de los puntos, es decir, no sólo hay una igualdad máxima entre Carlos Sainz y Charles Leclerc y entre Hamilton y Russell, sino que en su caso, ese dato refleja que son corredores que siempre sacan lo máximo del coche y han sido clave, sobre todo en e caso de Ferrari, para poder luchar por el Mundial de Constructores.
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